Megaproyectos del sur entrampados

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Más de 7 mil millones de soles se invierten en megaobras que deberían cambiar la vida de millones de personas en el sur del país, pero estas se encuentran paralizadas, unas en solo maquetas y otras en arbitrajes.

Los proyectos de irrigación, megacarreteras, puentes, hospitales regionales, plantas de tratamiento de aguas residuales y proyectos de agua y desagüe son parte de la cartera de inversiones de Arequipa, Puno, Moquegua y Tacna. Muchas enfrentan diferentes problemas en cada rubro, pero comparten dos cosas en común: cada uno se ejecuta lentamente o con progresos irrisorios pese a los millonarios montos invertidos.

 A continuación la lista de algunos proyectos emblemáticos que se han quedado paralizados o que tienen un avance lento en perjuicio del desarrollo de las regiones del sur del Perú.

 AREQUIPA

La región Arequipa tiene uno de los proyectos más caros de la macroregión sur: el proyecto Majes Siguas II, con una inversión de 4,779,578,000 soles.

 No obstante, los diversos problemas que ha enfrentado desde sus inicios han hecho que, en 14 años, el proyecto de irrigación Majes Siguas II haya avanzado solo un 11.98 % de su ejecución.

 Esta obra, ubicada en Arequipa, es una de las más grandes del sector para aumentar la oferta agroexportadora del país mediante la ampliación de la frontera agrícola.

 El proyecto comenzó con un presupuesto de 1,338 millones de soles en 2008; luego subió a 2,019 millones en 2015. Actualmente, tras la última modificación, supera los 4,779 millones.

Esto representa un 257 % de aumento del presupuesto inicial, ya que alrededor de 3,441 millones de soles se han adicionado al proyecto.

 Para su ejecución, se tomarán las aguas del río Apurímac, en la frontera entre Cusco y Arequipa, que se almacenarán en la represa de Angostura.

 Luego, mediante diversos canales y bocatomas, se derivará el recurso hasta las irrigaciones de Majes y de Santa Rita de Siguas.

 La ejecución de este proyecto comprende la adecuación de 38,500 nuevas hectáreas dedicadas, principalmente a la agroexportación y la agricultura en latifundios.

 Actualmente se encuentra estancado desde la firma de la adenda 13, con la que Cobra, empresa encargada de ejecutar la obra, pidió un cambio en la tecnología para llevar el agua a las hectáreas de irrigación.

 Esto desató una parálisis del proyecto, lo que llevó a la controversia sobre la adenda y resolución de contrato.

 Provocó que la empresa Cobra, parte del consorcio Angostura, ejecutor del proyecto, recurriera al arbitraje internacional.

 Por su parte, el Gobierno Regional de Arequipa (GRA) fue al arbitraje nacional, donde el Tribunal Arbitral de la Cámara de Comercio de Lima falló en contra, debiendo pagar cerca de 700,000 soles.

 El 16 de octubre se supo que Cobra acudió a la Secretaría del CIADI (Centro Internacional de Arreglo de Diferencias Relativas a Inversiones) para el arbitraje internacional, en el cual podría ganar hasta 1,400 millones de dólares sobre el proyecto. Según expertos, esto podría generar una paralización del proyecto de hasta 4 años más.

 Pero ese no es el único megaproyecto paralizado en Arequipa. La carretera Arequipa–La Joya es otra obra detenida, la cual tiene un costo de 739 millones y un avance del 30 %. Recientemente se ha reactivado para terminar la ejecución del puente necesario para continuar con la vía, aunque aún no se tiene a la empresa que lo hará. Según palabras de funcionarios del GRA, se tiene planificado esperar hasta 10 meses para encontrar quién continúe la obra.

 PUNO

En la región altiplánica, destacan dos megaproyectos: las plantas de tratamiento de aguas residuales y la rehabilitación del Hospital Regional Manuel Núñez Butrón.

 El proyecto PTAR Titicaca (Plantas de Tratamiento de Aguas Residuales) busca mejorar el alcantarillado y tratamiento de aguas en diez ciudades alrededor del lago, donde más de 130,000 personas vierten sus desagües sin tratamiento, contaminando el Titicaca.

 Iniciado en 2013, actualmente tiene 11 años y es vital para la descontaminación del lago, que recibe desagües de diez provincias.

 En abril de 2021, el Ministerio de Vivienda adjudicó a la Operadora Ecológica del Titicaca (Opeti) la construcción de colectores con una inversión de S/ 630 millones, pero los avances han sido mínimos.

 Un proyecto similar, iniciado en 2017 con una inversión de 269 millones de dólares, fracasó debido a incumplimientos de la empresa Operadora Ecológica del Titicaca SAC, que enfrenta retrasos significativos y solo un avance del 14 al 33 % en 2022, lo que llevó a la paralización de obras y demandas contra el Estado.

 En Desaguadero, otro proyecto de 2014 dejó a la población sin tratamiento de aguas, a pesar de un contrato de 15 millones de dólares y un avance del 72.83 %.

 La infraestructura permanece abandonada, causando un fuerte impacto ambiental y frustración entre los residentes.

 Actualmente, Puno genera 300 litros por segundo de aguas residuales, mientras que Juliaca contribuye con 600 litros, sumando casi 900 litros por segundo que ingresan al lago sin tratamiento.

Otra obra que espera su pronta ejecución para dinamizar la economía en el Altiplano, pero sobre todo, ser de contribución para el sector Salud, es la construcción del nuevo hospital Manuel Núñez Butrón en Puno, ejecutado por el consorcio UK Healthcare Alliance (UKHA) del Reino Unido.

 Este proyecto, paralizado durante años, fue destacado por el gobernador regional Richard Hancco, quien enfatizó la necesidad de su ejecución.

La próxima semana se presentará una orden de cambio para que el consorcio elabore su propuesta técnica y económica, incluyendo una actualización del presupuesto original de 397 millones de soles el cual fue planificado para el 2015.

DATO

En Perú hay 17 megaproyectos paralizados desde hace casi una década, incluyendo obras de irrigación, hospitales y carreteras.

 Once de ellos están inconclusos por incumplimiento de contratos debido a expedientes técnicos deficientes.

¿POR QUÉ NO AVANZAN LOS PROYECTOS CLAVE DE LOS GOBIERNOS REGIONALES?

El especialista en Inversión Privada, Elvis Jump Gómez, identifica los problemas que se tienen para ejecutar proyectos de inversión por parte de los gobiernos regionales y sobre las soluciones que estos necesitan.

 Desde su experiencia, ¿qué problemas enfrentan los gobiernos regionales al realizar proyectos de administración directa?

El principal problema es la calidad de los expedientes técnicos.

 Están mal elaborados, con costos desactualizados que generan incrementos, y no detallan bien los procesos de ejecución.

 ¿Puede profundizar en esos problemas?

A veces se omiten partes o se diseñan mal, lo que obliga a cambios que extienden plazos y aumentan costos. El tiempo es lo más valioso para los usuarios

¿Cómo se pueden solucionar estos problemas?

Hay responsabilidad compartida: las instituciones contratan mal, prefiriendo amistades sobre buenos profesionales. Los colegios profesionales, como el de Ingenieros, deberían sancionar a quienes elaboran mal los expedientes.

Ahora, sobre el modelo de “gobierno a gobierno”, ¿considera que ha sido efectivo en el Perú?

Las obras de “gobierno a gobierno” en el Perú han fracasado. Por ejemplo, los Panamericanos se hicieron bajo ese modelo, pero ¿qué fueron los Panamericanos? Solo fueron hacer casas.

La reconstrucción en el norte con el gobierno inglés ha estado ahí cinco años y no ha avanzado nada.

 El “gobierno a gobierno” no sirve. Es un par de extranjeros que vienen, contratan a las mismas empresas de siempre en Perú, y lo único que hacen es encarecer todo.

Se ha vuelto una tendencia transferir proyectos del nivel regional al gobierno central. ¿Es efectivo hacer esto?

La transferencia de los proyectos regionales al gobierno central no solo provoca retrasos, sino que también incrementa considerablemente los costos. Un ejemplo de esto es la carretera central. Cuando estaba bajo la administración de la región de Junín, su costo era de 11 mil millones de soles. Al ser transferida al MTC, ahora el proyecto tiene un costo de 24 mil millones de soles. Esto significa un aumento de más del 110 %.

Entonces, ¿qué recomendaría como alternativa a este modelo?

En vez de estar llevándose los proyectos al Gobierno central, lo que deberían hacer es capacitar a la gente o contratar profesionales que trabajen con los gobiernos regionales, como se hizo con los Panamericanos, creando una nueva unidad ejecutora. ”

Por: JEAN CARLO FRISANCHO

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