Como recordaremos, en una anterior nota publicada por nosotros arqueólogos en Perú descubrieron en el sitio de Pañamarca, en la provincia de Santa, Áncash, un trono ceremonial que perteneció a una posible líder femenina de la cultura Moche, hace más de 1 300 años. Pero lo que ha resultado de todo punto de vista increíble, es que precisamente en uno de estos templos, se puede observar un ser mítico, que tiene un tocado con protuberancias, que podría representar un animal o una criatura sobrenatural, lo que sugiere que el personaje es una figura religiosa o de alto estatus, probablemente un sacerdote o guerrero con atributos divinos o chamánicos.
La vestimenta está decorada con patrones geométricos. En la mano derecha, la figura sostiene lo que parece una copa, lo cual podría estar asociado a rituales de ofrenda o sacrificio, dado que las ceremonias de la élite moche solían incluir el consumo ceremonial de líquidos, y a veces relacionado con el sacrificio de prisioneros. La figura está de perfil y su postura parece dinámica, lo que sugiere movimiento o una escena ritual activa. Los brazos levantados y el objeto en sus manos podrían estar indicándonos una ceremonia o danza ritual.
En la mano izquierda, la figura parece sostener una especie de bastón o arma, posiblemente un símbolo de poder o autoridad. Este objeto podría representar un cetro, una maza o un implemento ceremonial, es un guerrero o sacerdote, destacando su conexión con el mundo espiritual o sagrado. Pero lo más extraño es que aparentando brazos encontramos extrañas extremidades, a su flanco izquierdo. ¿Entonces podrían ser representaciones de tentáculos, serpientes o ramas? En el arte moche, estos elementos suelen estar asociados con figuras mitológicas o deidades, especialmente aquellas que se vinculan con poderes sobrenaturales o animales simbólicos. Los tentáculos o apéndices extendidos son características frecuentes en representaciones de la deidad, “Aiapaec”.
Estos elementos también pueden simbolizar conexión con el mundo espiritual o el inframundo, sugiriendo que la figura tiene el poder de interactuar o controlar fuerzas naturales y espirituales. En algunas interpretaciones, los tentáculos aluden a la capacidad de la figura para adoptar cualidades de criaturas poderosas, como los pulpos, que simbolizan la adaptabilidad y la fuerza en el contexto marino, tan importante para la cultura Moche.
SEMEJANZA CON DIOSES HINDUÉS
Pero tambien es cierto, que salta a la vista la semejanza con los famosos dioses hindués de múltiples brazos. Como Vishnu, Durga, o Shiva en su manifestación de Nataraja. Estas deidades se representan con varios brazos para simbolizar sus habilidades divinas y poderes sobrehumanos, indicando que pueden realizar múltiples acciones al mismo tiempo y que poseen atributos de protección, destrucción o creación.
Siendo el templo moche una jurisdicción femenina es increíble su semejanza con la diosa Kali de la india. Kali es una deidad poderosa y temida, conocida por sus múltiples brazos. Kali sostiene varios objetos simbólicos en sus manos y a menudo, aparece en una postura dinámica, enfatizando su naturaleza guerrera y su control sobre la vida y la muerte.
KALI DECAPITADORA
Kali es la diosa hindú de la muerte, el tiempo y el fin del mundo. A menudo se la asocia con la sexualidad y la violencia, pero también se la considera una fuerte figura materna y símbolo del amor maternal. Kali se representa a menudo en el arte como una temible fi gura de lucha con un collar de cabezas, una falda de brazos, la lengua colgante y blandiendo un cuchillo que gotea sangre. El nombre de Kali deriva del sánscrito y significa “la que es negra” o “la que es la muerte”, pero también se la conoce como encarnación del tiempo, Kali devora todas las cosas, es irresistiblemente atractiva para los mortales y los dioses, y también puede representar (sobre todo en tradiciones posteriores) la benevolencia de una diosa madre.
Según la tradición, la diosa nació de la ira de un dios y se volvió salvaje devorando a todos los demonios que encontró, ensartando sus cabezas en una cadena que llevaba al cuello.
Kali es la gran decapitadora. Otra historia famosa que involucra a la temible diosa, es su escapada con una banda de ladrones. Los ladrones querían hacer un sacrificio humano a Kali, y eligieron imprudentemente a un monje brahmán como posible víctima. Lo arrastraron al templo más cercano y se prepararon para hacer el sacrificio frente a la estatua de Kali, cuando de repente, la estatua cobró vida. Indignada por el plan de los ladrones de matar a un monje, la diosa se vengó rápidamente y decapitó a toda la banda, incluso lanzando sus cabezas para divertirse, mientras que, naturalmente, el brahmán escapó para continuar su vida de reflexión erudita. Kali encarna la shakti (energía femenina, creatividad y fertilidad) y es una encarnación de Parvati, esposa del gran dios hindú Shiva. Entonces es Shiva en su advocación de múltiples brazos.
AIAPAIEC
Es un personaje de cinturones de serpientes, es el dios moche de las montañas, el Aiapaec o “El Hacedor”, ha sido postulado como la deidad suprema del panteón moche. Se estima que tenía el poder de someter y restablecer un orden, esto último representado en su poder de decapitar y degollar. Habría sido un dios protector, tal vez el más temido y adorado.
La representación más conocida de este personaje es tardía: la que se aprecia en los murales de las Huacas del Sol y de la Luna, donde se lo presenta con un rostro humano masculino con colmillos de felino y olas marinas rodeándolo. Se ha hipotetizado que estos murales deben su existencia a la apropiación del personaje por parte de la elite social moche para legitimar su poder.
Algunos arqueólogos han evaluado el desarrollo de la iconocrafía en el tiempo, como mostrando un proceso de antropomorfización progresiva, es decir, en que el personaje habría ido adquiriendo progresivamente más rasgos humanos. Por ejemplo, en la metalurgia, presenta forma arácnida u octópoda, y un rostro antropomorfo con colmillos de jaguar, y nariz de primate.
En la cerámica es más humano, suele tener cabezas en sus manos y en ocasiones dos serpientes que brotan de su cabeza. Esta característica se ve en algunos retratos murales en donde las serpientes se confunden con olas del mar. Se especula que esto se debe a que los mochicas desarrollaron sus actividades cerca del mar, pero también se puede entender que los mochicas consideraban al mar como el nido creador de la vida. Y su destino en la otra vida.
Los estudios recientes de astronomía demuestran que las serpientes son constelaciones negras en el firmamento del hemisferio sur. Su ubicación es importante para la predicción de las lluvias, en tanto que su aparición en el cielo de la noche es también asociada a la abundancia de cultivos, roedores y aparición de serpientes en el campo.
Las serpientes saliendo de la cabeza del dios creador podrían representar el ciclo de la fecundidad posterior a las lluvias, relacionada a la variación cíclica de la temperatura de las aguas marinas. La evaporación es atrapada en las regiones altoandinas, y el agua regresa formando ríos hacia la costa y el océano. Se ha planteado que, en su etapa gubernativa, Aiaepaec habría sido el motivo de sacrificios humanos, en los que los prisioneros de guerra eran decapitados y la cabeza era ofrecida a la deidad.
Por: Rafael Mercado Benavente