El 54 % de la población peruana no logra cubrir sus necesidades básicas con sus ingresos, mientras que un 29 % vive en situación de pobreza. Los 10 soles de Dina Boluarte están lejos de la realidad de una buena alimentación.
No hay duda que en el país hay un problema de alimentación. El hambre en el Perú se está intensificando por la inflación, la pobreza y la ausencia de políticas efectivas, condiciones que agravan esta crisis, así lo advirtió el especialista en economía, Patricio Lewis.
Asimismo, el incremento de la canasta básica familiar afecta a los hogares vulnerables, debido a la insuficiencia de los programas sociales para cubrir las necesidades urbanas. Además, se alertan sobre los altos índices de anemia y desnutrición, subrayando la urgencia de implementar medidas inclusivas para abordar esta crisis.
CAUSAS DEL HAMBRE
Según Lewis, la inseguridad alimentaria y la pobreza figuran como causas principales del incremento del hambre, exacerbadas por políticas gubernamentales inadecuadas y fenómenos climáticos, estos factores dificultan que las familias accedan a una dieta balanceada, mientras que la inflación agrava la situación.
Cabe precisar que, durante 2023, el costo de la canasta básica subió cerca del 11 %, impactando especialmente a los hogares de menores ingresos, que destinan alrededor del 50 % de su presupuesto a alimentos.
La recesión económica también jugó un rol clave, con una caída del Producto Bruto Interno (PBI) del -0.55% y una reducción en los ingresos reales de las familias, que ahora enfrentan una mayor proporción de gastos alimenticios.
IMPACTO DE LA INFLACIÓN
En 2023, Perú enfrentó una inflación significativa, con un pico del 8.99 % en febrero, reflejando uno de los niveles más altos en la última década, este periodo prolongado fuera del rango meta inflacionario impactó severamente en el poder adquisitivo de las familias, con una recuperación visible recién en enero de 2024, cuando la inflación regresó al rango meta del 2.95 %.
Aunque en septiembre de 2024 se alcanzó un nivel más bajo de 1.49 %, la pérdida de ingresos reales dejó consecuencias duraderas. En ciudades como Arequipa, los ingresos promedio ajustados por inflación disminuyeron en 200 soles, dejando a muchas familias con menos capacidad para cubrir sus necesidades básicas.
CRISIS ECONÓMICA Y POBREZA
Un estudio del Instituto de Estudios Peruanos reveló que el 54 % de la población no logra cubrir sus necesidades básicas con sus ingresos, mientras que un 29 % vive en situación de pobreza, esto significa que casi un tercio de la población no puede costear una canasta básica mensual, enfrentando carencias en aspectos esenciales como alimentación y vivienda.
Además, cerca del 6 % de los peruanos, unos 1.9 millones de personas, se encuentran en pobreza extrema, lo que refleja una crisis económica que afecta de manera desproporcionada a los sectores más vulnerables.
INSEGURIDAD ALIMENTARIA
El aumento en los precios de los alimentos ha tenido consecuencias devastadoras, según un reciente informe de IPSOS, el 42 % de los encuestados indicó haber dejado de comer por falta de dinero en los últimos 30 días, mientras que el 52 % de la población enfrenta inseguridad alimentaria.
Esta situación implica un acceso limitado a alimentos de calidad y un consumo insuficiente de proteínas, en promedio, los peruanos consumen 88 gramos de proteínas por día, muy por debajo de los niveles recomendados, lo que agrava la desnutrición y la desigualdad económica.
CANASTA BÁSICA FAMILIAR
La canasta básica familiar es un conjunto de bienes y servicios esenciales que un hogar necesita para cubrir necesidades como alimentos, vivienda y salud, siendo su costo el que tiene un impacto directo en la calidad de vida de las familias y en la definición de políticas sociales para combatir la pobreza.
Durante 2023, el costo mensual de la canasta básica familiar en Perú alcanzó los 446 soles, un aumento significativo en comparación con los 251 soles registrados en 2022.
Es así que para una familia de cuatro personas, esto significa que se necesita un ingreso mensual de al menos 1.001 soles (33 soles diarios) únicamente para cubrir las necesidades alimenticias, este incremento refleja la presión económica que enfrentan los hogares peruanos debido al aumento en los precios de los bienes esenciales.
POLÍTICAS PARA COMBATIR EL HAMBRE
A pesar de que la pobreza rural sigue siendo un problema grave, la situación en las áreas urbanas ha empeorado significativamente en los últimos cinco años.
Según Lewis, los programas sociales como Juntos están enfocados en el ámbito rural, dejando de lado las necesidades crecientes en las ciudades. Asimismo, la falta de una estrategia urbana clara contra la pobreza y la inseguridad alimentaria limitó los avances en estas áreas.
Aunque en 2021 se aprobó la Ley de Seguridad Alimentaria y Nutricional, y en 2023 se anunció una estrategia contra la pobreza urbana, aún no se implementó una política efectiva que garantice acceso adecuado a alimentos nutritivos para todos los peruanos.
OBSTÁCULOS ALIMENTARIOS
Según datos de la FAO (Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura), el costo de una dieta saludable en América Latina y el Caribe es de aproximadamente 4.08 dólares diarios por persona, lo que equivale a 15.50 soles, esto destaca la complejidad de mantener una alimentación adecuada para muchas familias, especialmente aquellas con ingresos limitados, que no logran cubrir siquiera el costo de los alimentos mínimos necesarios para una dieta balanceada.
BURLA
Recientemente, la presidenta Dina Boluarte sugirió que con “10 solcitos” se puede preparar sopa, segundo y postre, una declaración que generó debate sobre las posibilidades reales de cubrir las necesidades alimenticias diarias con un presupuesto tan reducido.
Este comentario pone en perspectiva las crecientes dificultades que enfrentan las familias peruanas para acceder a una alimentación adecuada, en un contexto donde los precios de los productos esenciales continúan en aumento.
La realidad económica subraya la importancia de ajustar las políticas públicas para garantizar que los hogares puedan cubrir sus necesidades básicas y llevar una vida digna.
DATO
Según Patricio Lewis, en Arequipa, el hambre afecta gravemente a la salud infantil, es así que 4 de cada 10 niños de 6 meses a 3 años sufren de anemia, además, el 4.7 % de niños menores de 5 años padece de desnutrición crónica.
CIFRA
19.6 Es el puntaje obtenido por Perú en el Índice Global del Hambre (IGH) 2024, el mismo que en 2023, lo posicionó como el peor en los últimos 15 años.
ESCRIBE: FLOR BARRIOS CARBAJAL