Una historia como tantas en la ciudad de Juliaca
Apenas dejó la niñez, la menor a la que llamaremos “Carla”, con apenas 13 años de edad, fue inducida a prostituirse en videotecas de la ciudad de Juliaca (San Román) por un varón que fingió ser su amigo y la manipulaba para que pague un cupo por cada “servicio” que realizaba.
El asunto se ventila en el Primer Juzgado de Investigación Preparatoria de San Román, instancia que está decidiendo sobre el pedido de prisión preventiva en contra de Lenin Alexánder Anquise Carpio, un jovenzuelo de 18 años denunciado por trata de personas.
El primer Juzgado Penal de Investigación Preparatoria recogió el testimonio de la menor y algunas pruebas que revelan la turbia forma de sacar dinero a costa de una persona vulnerable. Se piden nueve meses de prisión preventiva para el procesado.
El impostor
Carla cumplió 13 años en septiembre pasado. Ella vio por última vez a su padre hace 7 años y vivía con su mamá en una habitación alquilada de la Ciudad de los Vientos.
Dos años antes conoció a un adolescente que se presentó como Lenny Alexander, el cual era el enamorado de una de sus amigas. “Lo consideré como a un hermano”, dice ella, pero todo era falso desde el principio. Su verdadero nombre era Alexánder.
Hace tres cuatro meses, “Lenny” o, mejor dicho, Alexánder, le presentó a una supuesta enamorada que se identificó como “Luz Anita”, quien, una vez ganada su confianza, le sembró la idea de ganar dinero mediante el sexo.
Los clientes
“Luz Anita” también mentía sobre su nombre (su verdadera identidad se reserva por ser menor de edad).
A sus 15 años, la impostora “consiguió” sus primeros clientes a Carla y le ofreció un trato inmoral: ganar 300 soles por cada uno de ellos y, a cambio, pedirle 50 por su intermediación.
Julia contó esto a su falso amigo, el cual le dijo “no te creo”; sin embargo, tras su careta, la realidad era otra.
Cuando la policía incautó su celular, encontró mensajes del jovenzuelo con un tal “Álex”. En los chats se dicen: “Hola, yala o no” o “mira que es 300 soles por un momento de encuentro”. La hipocresía y el delito se demuestran en estos mensajes.
Sucios negocios
La menor aceptó el negocio. Ganó sus primeros soles en una pequeña cabina de videoclub y dio la respectiva tajada. “Luz Anita” le pedía fotos de su cuerpo y le daba algunas pastillas anticonceptivas.
Pasaron varias semanas y, al parecer, Lenin Alexánder y su cómplice fueron presa de la avaricia, pues todo indica que idearon la forma de pedirle más dinero a su víctima.
Ellos buscaron a Carla y le dijeron que otro joven tenía fotos de ella entrando a un videoclub; además, aseguraron que este comenzó a amenazarlos a todos pidiendo S/ 1 mil 900 para dejarlos tranquilos. La menor pidió prestado, pero nadie la ayudó.
Lenin aumentó la presión sobre la menor, hasta que ella, desesperada, recurrió a un policía el 6 de diciembre pasado. Poco después, el facineroso fue detenido. Su celular incautado demuestra que mucho de lo contado es cierto. Su cómplice también fue intervenida, pero no aceptó la visualización del contenido de su equipo.
Ahora la Fiscalía pide nueve meses de prisión preventiva en contra de Alexánder. Entre varias pruebas encontradas se encuentran fotos de la menor desnuda y lista para ser ofrecida como carne. Su “hermano” la estaba introduciendo a un infierno, pero ella pudo invertir la situación.
Al cierre
Al cierre de edición, se informó que el pedido de prisión preventiva se declaró infundado, increíblemente.