Escribe: Oscar Pareja Castro
Hace un año se advertía el grave peligro que corría un tramo de la autopista Arequipa-La Joya por las constantes lluvias, y pese a la exigencia de los pobladores de la zona, la gestión del gobernador Rohel Sánchez, hizo poco o nada para prever una situación peor. Hoy con las lluvias, el cierre de la vía es inminente y la Región se limita a señalar el peligro de transitar por la vía, pero sin solución. Miles podrían quedar incomunicados.
Este caso es solo un ejemplo de cómo gestiones a cargo de autoridades como el gobernador o alcaldes no tienen la más mínima vocación de servicio, ni la capacidad para ir un paso delante de los problemas.
Hay que recordar que, los pobladores de La Unión y sus autoridades desde el año pasado vienen demandando una serie de trabajos al Gobierno Regional para la provincia.
A inicios de 2025, indicaron que a un año de compromisos, la gestión de Rohel incumplió con requerir los puentes modulares para la provincia a fin de que sus distritos o centros poblados no queden aislados con las lluvias.
Llegaron las lluvias, los huaicos y lugares como Cayarani quedaron aislados. Algunos alcaldes entre lágrimas solicitaron apoyo a la Región.
El problema radica en tener como representantes a vagos, ineficientes y personas sin empatía.
¿Qué gobernador o alcalde citadino podría entender lo duro que es quedarse sin un puente en una zona rural y tener que trajinar todos los días para llegar a sus casas?
¿Qué autoridad comprendería el perder lo poco que uno tiene con una inundación de su casa que bien pudo ser prevenida con obras de previsión a cargo del gobierno regional o local?
Hay que darse cuenta que, cuando la autoridad prefiere las vacaciones en plena emergencia, el viajecito, las fotos en las ceremonias oficiales, es porque este representa a sus propios intereses, personales, a sus ambiciones, tal y como se ha visto con varias autoridades en Arequipa.
Las fuertes precipitaciones que soporta Arequipa ojalá lave las lagañas de los ciudadanos sobre sus autoridades que, en momentos que las papas queman, están en lo que sea, menos gestionando ayudas.
Si de por sí, varias autoridades en Arequipa en dos años de gobierno han cavado con anticipación su “tumba política”, con las emergencias provocadas por estas lluvias, deberían estar sepultados.
La autoridad no me hace el favor con llevarme apoyo por la inundación de mi casa o por restablecer un puente, es su obligación. No es un funcionario ad honorem, gana un sueldo que todos los arequipeños le pagan y está obligado a rendir cuentas al ciudadanos más humilde de esta región.
Que se ensucien los zapatos por determinada emergencia, no es muestra de heroísmo o valor, es lo mínimo que pueden hacer por su despreciable como incapaz trabajo en perjuicio de decenas, centenas o hasta miles de perjudicados. Hay que hacerse respetar ¡Basta de gobernantes vagos e ineficientes!
