Arequipa vive bajo la constante amenaza de una erupción del volcán Misti, uno de los más vigilados del país. Así lo advirtió recientemente el Instituto Geofísico del Perú (IGP), tras presentar los resultados de una evaluación técnico-científica realizada en el distrito de Paucarpata, uno de los más poblados de la ciudad, con más de 131 mil habitantes.
El informe revela una preocupante realidad: el distrito se expande precisamente hacia los flancos del volcán, construyéndose sobre antiguos depósitos volcánicos como lahares, avalanchas de escombros y flujos piroclásticos.
La investigación, presentada por el ingeniero John Cruz del área de Codificación del IGP, detalla que Paucarpata está asentado sobre antiguos flujos y avalanchas de escombros, lo que lo hace vulnerable a lahares, avalanchas y flujos piroclásticos. Estos fenómenos, advierte el estudio, pueden arrasar viviendas, vías y servicios básicos.
Incluso en un escenario de peligro bajo, las simulaciones indican que se verían afectadas al menos 850 viviendas, 13 instituciones educativas y 32 puentes. El problema no solo es geológico, sino también social. El IGP alertó que la población, muchas veces por desconocimiento, agrava su propia vulnerabilidad.
Un ejemplo es la quebrada Huarangal, donde el arrojo de escombros y basura ha reducido su cauce natural, lo que aumentaría el impacto de un eventual lahar. “Nosotros mismos nos ponemos en riesgo”, cuestionó el presidente ejecutivo del IGP, Hernando Tavera, al referirse a la expansión hacia áreas peligrosas.
Paucarpata, junto con Miraflores y Mariano Melgar, ya cuenta con el diagnóstico, y ese mismo día Cayma presentó su solicitud. Con este informe se debe elaborar un plan de gestión reactivo ante una posible erupción.