Por: Miluz Tito Carcausto
El abogado Arturo Salas Vildoso, quien lleva los casos de víctimas y heridos durante las protestas contra Dina Boluarte en Arequipa a finales de 2022. Conversó con Diario Los Andes, esta mañana sobre el CXIII aniversario del colegio de abogados de Arequipa, la aprobación de la pensión vitalicia de Alberto Fujimori, el actual Congreso y de la presidenta del Perú.
A su propio estilo y sin pelos en la lengua, Arturo Salas indicó que el colegio de abogados de la Ciudad Blanca tiene que recuperar lo que históricamente fue «la cuna de la juricidad».
«Lamentablemente (el colegio de abogado de Arequipa) hasta ahora no está asumiendo su rol como institución para ver casos justos, temas de vulneración de derechos humanos nisiquiera se emiten pronunciamientos. (Y lo que es peor) el señor decano (John Mesías) esta comprometido con otros temas, menos con las causas sociales», exclamó.
En otro momento, el jurista mostró su molestía porque la institución tampoco se ha pronunciado sobre temas como la transferencia de Majes Siguas, la aprobación de la prescripción de casos de lesa humanidad o la pensión vitalicia para el dictador Alberto Fujimori. Declaraciones que si hizo la junta directiva en minoría, conformada por cinco miembros de la orden.
“Es una vergüenza (que hayan aprobado una pensión vitalicia para Alberto Fujimori) que más se puede esperar de un Congreso de la República que le da la espalda a la clase trabajadora y a los pobres del país. Esto nos habla de un congreso extremadamente politizado a favor de los corruptos y de los delincuentes”, espresó el abogado de las víctimas durante las protestas contra Boluarte Zegarra.
Arturo Salas, abogado de las víctimas, siguió con el cuestionamiento a la decisión del Parlamento del Perú de aprobar un pago de por vida al expresidente Fujimori.
«¿Qué méritos ha hecho este sujeto para tener una pensión? después de todos los crímenes que ha cometido contra el Perú y a quien ha destruido institucionalmente. Ahora no se que se puede esperar, porque como sociedada somos una sociedad resignada», finalizó.