Pese a que la ciudad de Juliaca no tiene muchos atractivos turísticos, los pobladores olvidan y no promocionan algunos que muy bien podrían concitar el interés general. Es el caso de la danza de los Soldaditos de Santa Catalina, y la fiesta de Santa Catalina de Alejandría, que se celebra cada 25 de noviembre.
Esta tradición consiste en la devoción de los tenientes gobernadores hacía su patrona, con la instalación de altares en la plaza de armas y una procesión, la cual es acompañada por la pinquillada de los también llamados “soldados” del Templo de Santa Catalina.
OLVIDO
Según Bonifacio Quispe Chura, brigadier de los Tenientes Gobernadores del distrito de Juliaca, esta costumbre es muy antigua y se mantiene de generación en generación.
Sin embargo, refirió que se está perdiendo inexorablemente, por el desentendimiento de la juventud, que ya no quiere practicar la danza. Además de ello, por el desinterés de las autoridades, que deberían promover su práctica.
Un claro ejemplo, señaló, se dio en la fiesta del último lunes 25 de noviembre, cuando el alcalde de la Municipalidad Provincial de San Román, David Sucacahua, y el subprefecto Juan Alberto Pastor Calderón, brillaron por su ausencia.
RECUPERACIÓN
En ese sentido, Zoila Rosa Luque Abarca, subgerente de Turismo y Artesanía de la Municipalidad Provincial de San Román, mencionó que proyectarán para el 2020 la promoción de la danza, a fin de que no se extinga.
Señaló que esto se haría a través de los centros educativos, para que los estudiantes ejecuten el baile acompañado de la música que, de alguna forma, sí se practica. Asimismo, mencionó que muy bien puede danzarse en la semana de carnavales.
“Este año ya se ha pasado, sin embargo, al próximo haremos la promoción en sus diversas formas, a fin de que no sea considerada una danza en extinción”, señaló, tras considerar al baile como un patrimonio cultural de Juliaca y la región.
HISTORIA
Hugo Quispe Apaza Quispe, historiador de la ciudad de Juliaca, mencionó que esta danza tiene sus orígenes en la época colonial (1649) y se debe a la construcción del templo Santa Catalina, pues los soldados eran guardianes de la edificación.
Asimismo, acotó, estaban a la orden de la señora notable Catalina de Alejandría, que por sus propios medios hizo construir la iglesia que actualmente lleva su nombre, y a raíz de ello fue considerada como una mártir.
“Esto es lo que se conoce, pues no hay más información de esta danza. En algunos casos les llaman soldados y en otros soldaditos. Se ha hecho típica la escenificación cada 25 de noviembre”, finalizó.
ALGO MÁS.
El bastión de la danza son las actuales comunidades campesinas de la zona norte del distrito de Juliaca: Kokan y Chacas.