Proyecto que contempla 923 kilómetros de ducto de Ica a Arequipa, permitirá ahorro en miles de hogares, taxistas, industrias, entre otros. Son miles de millones de soles en economía.
Se ha oficializado la intención de una empresa privada de construir un proyecto alternativo al del Estado para llevar gas natural a la población de la región Arequipa. Esta iniciativa busca canalizar el gas de Camisea al sur del país a través de un gasoducto de 923 kilómetros de longitud que conectará Humay, en Pisco (región Ica), con la Ciudad Blanca y los puertos estratégicos de Mollendo e Ilo.
Este proyecto es visto como un rayo de esperanza tras una promesa incumplida que se ha postergado durante décadas y podría marcar un cambio fundamental en la oferta de energía para el sur.
CORRUPCIÓN
En los primeros planes para el proyecto de Camisea, el gas se presentó como una solución que permitiría llevar el recurso a hogares de todo el Perú; no obstante, la masificación del gas natural en todas las regiones nunca formó parte de los objetivos originales.
El contrato de concesión firmado en el año 2000 delimitó que el gas de Camisea se distribuiría desde un punto de importación (City Gate) en Lurín, Lima, por lo que la capital se convirtió en el único destino asegurado para la llegada del recurso.
Para las regiones del sur, incluyendo Arequipa, Moquegua y Tacna, se anunció en cambio la construcción y operación de un gasoducto adicional. La concesión para el Gasoducto Sur Peruano (GSP) fue otorgada a un consorcio conformado por las empresas Odebrecht y Enagás.
Este proyecto de aproximadamente 1,000 kilómetros debía transportar gas natural desde el yacimiento de Las Malvinas en Cusco, atravesando localidades clave como Quillabamba y Urcos, hasta la costa en Arequipa, y luego extenderse hacia Mollendo e Ilo.
La adjudicación para el GSP se realizó en junio de 2014 a Odebrecht, Enagás y Graña y Montero, firmándose un contrato de 34 años por un valor superior a los 7,328 millones de dólares.
Sin embargo, en 2017, el Ministerio de Energía y Minas (Minem) declaró la terminación del contrato de concesión del GSP, alegando que el consorcio no había alcanzado el cierre financiero en el plazo acordado.
Un día después de la fecha límite, el consorcio pagó una multa de 262 millones de dólares por el incumplimiento. Posteriormente, en 2019, investigaciones revelaron que Odebrecht realizó pagos ilícitos en relación con el proyecto, registrándose transferencias de hasta 3 millones de dólares a través de empresas intermediarias que beneficiaron a diez destinatarios finales.
Este caso también involucró al expresidente Ollanta Humala y a su esposa Nadine Heredia, quienes están bajo investigación. Hace dos semanas, el Poder Judicial dictó 36 meses de prisión preventiva contra Jorge Barata, en el marco de las investigaciones en curso.
LA NUEVA PROPUESTA
Transportadora de Gas del Perú (TGP) ha lanzado la nueva propuesta para construir el gasoducto de Pisco a las regiones del sur. La inversión total para el desarrollo de esta infraestructura se estima en 1,991 millones de dólares, y se espera que el proyecto pueda completarse en un plazo de dos años.
Este nuevo proyecto, llamado TGP Extensión Sur, destaca por su enfoque independiente, ya que no requerirá subsidios o aportes del Estado, lo que, según el CEO de TGP, Tomás Delgado, refleja la sólida capacidad financiera de la empresa.
Uno de los principales objetivos de TGP Extensión Sur es lograr la masificación del gas natural en el sur, una zona donde actualmente el recurso es transportado en camiones, lo que incrementa los costos para los usuarios finales, tanto en el sector doméstico como el industrial.
BENEFICIOS
Se proyecta que la construcción del gasoducto permitirá una reducción del 40 % en el precio del gas para los hogares de Arequipa y Moquegua, beneficiando directamente a 165,700 familias. Además, el cambio del GLP al gas natural permitirá ahorros anuales de aproximadamente S/ 30 millones para las familias y de S/ 280 millones para las industrias.
El impacto de este proyecto también se extiende al ámbito laboral.Durante la construcción, se espera generar aproximadamente 20,000 empleos temporales, y una vez que el gasoducto entre en operación, se crearán 4,000 empleos permanentes.
Desde una perspectiva macroeconómica, TGP calcula que el proyecto tendrá un impacto significativo, representando el 172 % del valor agregado bruto de Arequipa.
El gasoducto se construirá con un diámetro de 24 pulgadas y una capacidad inicial de 300 millones de pies cúbicos diarios, lo cual es suficiente para abastecer la demanda de toda la región sur, incluidas industrias como la petroquímica y las centrales térmicas del Nodo Energético del Sur en Mollendo e Ilo.
TGP ha presentado formalmente su propuesta al Minem y solicita una adenda al contrato de concesión actual, que vence en 2033, para extenderlo por diez años adicionales.
Tomás Delgado, CEO de TGP, ha explicado que el gasoducto TGP Extensión Sur se desarrollará independientemente de la infraestructura de Contugas, aunque la empresa está abierta a colaborar en caso de que se presente una alternativa viable.
Delgado comentó: “Así como el ducto de TGP cambió la vida en Lima, creemos que TGP Extensión Sur hará lo mismo en el sur del país”.
EN CIFRAS
La masificación del gas natural en el sur del Perú conlleva un conjunto de beneficios económicos significativos. Actualmente, el gas transportado en camiones encarece las tarifas respecto a Lima.
Con la implementación del gasoducto, TGP estima un ahorro total de S/ 32,327 millones anuales para la región, de los cuales S/ 30 millones beneficiarían a los hogares de Arequipa y Moquegua, y S/ 24 millones favorecerían al sector vehicular, además de los S/ 280 millones destinados al ahorro en industrias.
Este ahorro también se extenderá al sector eléctrico, con una reducción estimada de S/ 31,993 millones anuales, lo cual se traduce en un ahorro total de S/ 319,930 millones entre 2023 y 2043. En conjunto, estos beneficios podrían extenderse a más de 165,700 hogares y alrededor de 3,400 vehículos en la región.
En la reciente presentación de TGP, el presidente de la Cámara de Comercio e Industria de Arequipa, Julio Cáceres Arce, enfatizó que esta propuesta resolvería el problema de abastecimiento que dejó el frustrado Gasoducto Sur Peruano.
¿QUÉ HAY DE PUNO?
A diferencia de otras regiones del sur, Puno tiene proyectos concretos para la masificación del gas natural, impulsados por Minem y el Fondo de Inclusión Social Energético (FISE).
Uno de los más destacados es la Planta Satélite de Regasificación (PSR) en Juli, que beneficiará a 8,000 familias con un ahorro de hasta 50 % en sus costos de energía y un gasto mensual de solo 20 soles.
El proyecto, con una inversión del proyecto cuenta con una inversión de 20 millones de soles y se enmarca dentro de un presupuesto mayor de 150 millones destinados a infraestructura de gas en diversas regiones.
La distribución de gas natural en Puno se realizará a través de 25 kilómetros de redes de polietileno, y el gas será transportado desde Camisea mediante camiones cisterna hasta la PSR en Jayllihuaya. Con un plazo de ejecución de 18 meses, esta iniciativa convertiría a Puno en pionera en la masificación del gas natural en el sur.
DATO
El gas natural es vital para la instalación una planta petroquímica en Arequipa, lo que generaría empleos, atraería inversiones y permitiría el desarrollo de productos químicos para la minería y la agricultura.
ESCRIBE: JEAN CARLO FRISANCHO