Escribe: J. Carlos Flores Vargas
Las pocas denuncias de extorsión que se presentan ante la policía, se han duplicado desde el año 2022 lo que concuerda con lo indicado por vecinos perjudicados por ciudadanos extranjeros.
La reciente detención del colombiano Ermedis José Bedoya Zapata (41), un día después de que otro compatriota suyo asesinara a balazos a un ladrón de poca monta, ha encendido las alarmas sobre el lento, pero constante avance de la delincuencia organizada en la región Puno.
En diciembre del año pasado, Sebastián Huanca, presidente de las juntas vecinales del distrito de San Miguel, en la provincia de San Román, advirtió que varios propietarios de pequeños negocios habían denunciado ser víctimas de extorsión. “No son muchos, pero no queremos que esto avance más”, expresó.
Las cifras respaldan esta preocupación, evidenciando un aumento en la incidencia delictiva dentro de la región.
EXTORSIÓN
Según el portal estadístico del Ministerio Público, los casos de extorsión denunciados han mostrado un preocupante incremento. En 2021 se registraron 34 casos; en 2022, esta cifra subió a 52, y para 2023, los casos se duplicaron y llegaron a 115. Hasta diciembre de 2024, ya se habían contabilizado 90 denuncias.
Aunque estas cifras son menores en comparación con otras ciudades dominadas por bandas de extorsionadores, el fenómeno sigue siendo alarmante y está relacionado, según expertos, con la llegada de delincuentes extranjeros a la región.
Sebastián Huanca señaló: “Venezolanos y otros extranjeros están involucrados en diferentes actos delictivos en la ciudad”.
“GOTA A GOTA”
Uno de los delitos más comunes es el llamado “gota a gota”, una forma de préstamo extorsivo. Al momento de su captura, Ermedis Bedoya fue encontrado con varias tarjetas donde registraba los cobros realizados a sus víctimas.
El Sistema Integrado de Gestión de la Central Única de Denuncias de la Policía Nacional del Perú (SIGCUD) reportó que entre enero y agosto de 2024 se recibieron 489 denuncias relacionadas con esta modalidad. Aunque en la región Puno solo se admitieron cinco denuncias, estas cifras no reflejan la totalidad del problema, pues muchas víctimas prefieren no denunciar o las denuncias no son admitidas. Además, existe el agravante de que algunos policías evitan iniciar investigaciones.
ESTAFAS A LA ORDEN
Otro delito que preocupa es el aumento de estafas. Este viernes por la noche, un grupo de víctimas se reunió en la Plaza Mayor de Puno para exponer públicamente a los responsables de una serie de estafas, señalando al expolicía Gary Paxi como líder de una organización dedicada a estos delitos.
Las víctimas relataron cómo Paxi los convenció de invertir en su empresa con la promesa de obtener altos rendimientos. Inicialmente, pagaba intereses con el dinero de nuevos inversores, pero cuando logró acumular una suma considerable, desapareció sin dejar rastro.
En el portal estadístico del Ministerio Público se evidencia que este es el segundo delito más frecuente después del hurto. Hasta diciembre de 2024, se registraron 772 casos penales, aunque cabe señalar que, junto con las estafas, se incluyen otros tipos de defraudaciones.
En 2021 y 2022, los casos no superaron los 500, pero en 2023, las denuncias se dispararon a 615, lo cual también es preocupante.
HOMICIDIO
Según el portal estadístico del Ministerio del Interior se tienen 910 casos de homicidios durante el año 2024. No quiere decir que se den esa cantidad, sino que son los procesados en la región Puno.
En tanto, Sinadef registra 53 muertes por homicidio durante el año. En total se contaron 585 muertes violentas entre las cuales se incluyen las 53 muertes por homicidios.
ADVERTENCIA
El antropólogo Aldo Rojas dijo: “El hecho es que cada día que pasa no solo se incrementa el número de asaltos, robos y extorsiones, sino que al paso de estos hechos los malhechores delinquen con mayor confianza y con total libertad. En este ambiente sombrío, plagado de temor policial, no tengo la menor duda que cuando los avezados delincuentes decidan ampliar territorio y lleguen a Puno, la tendrán verdaderamente fácil. Es más, ya vienen robando motos y tiendas alejadas sin que nadie los detenga, sin que nada les pase. La policía esta asustada, el Serenazgo tiene mojados los pantalones, sin estrategia ni preparación física e intelectual lo más previsible es que terminen haciéndole masajes a los delincuentes, mientras vacían las casas puneñas”.
La violencia criminal en el Perú está alcanzando niveles preocupantes. Eduardo Pérez Rocha, exdirector de la Policía Nacional del Perú (PNP), ha advertido que, de continuar la tendencia actual, el país podría registrar más de 2200 muertes violentas al cierre de 2025, una cifra que superaría significativamente los 1962 casos reportados en 2024.
Otro hecho preocupante es que la Policía Nacional del Perú no solo tiene dificultades para perseguir el crimen organizado, sino que los delitos de efectivos policiales engordan las estadísticas sobre delincuencia en Puno y el Perú. Muchos efectivos conforman organizaciones de arranchadores de oro y extorsionadores y fueron expuestos a la opinión pública por los medios de comunicación de la región altiplánica.
Dato
Eduardo Pérez Rocha, exdirector de la Policía Nacional del Perú (PNP), ha advertido que, de continuar la tendencia actual, el país podría registrar más de 2200 muertes violentas al cierre de 2025.
Cifra
70
Casos de presunto lavado de activos se ventilan en el Ministerio Público y se relacionan a actividades económicas llamadas ilegales de acuerdo a las estadísticas