Ciudadanos de Puno participaron en el paro nacional convocado por iniciativa de transportistas de Lima en rechazo a la inseguridad y la criminalidad.
Desde primeras horas, cerca de 40 hombres bloquearon el puente internacional de Ilave, cargando una pesada columna de metal. Este puente conecta el altiplano puneño con Bolivia y la costa sur del Perú. La acción fue un indicio de que la medida sería contundente.
La Defensoría del Pueblo, que monitorea los conflictos sociales, reportó que de las 13 provincias de Puno, solo una —Sandia— se mantuvo al margen, dado que la provincia se encuentra de luto por la reciente muerte de 11 personas en un accidente de tránsito.
Los bloqueos se registraron en cuatro puntos críticos de la región: el puente internacional de Ilave, la zona de Alto Puno, la salida a Huancané en Juliaca, y la carretera Interoceánica entre Asillo y Progreso.
En estas zonas, los manifestantes expresaron su rechazo al gobierno de Dina Boluarte y manifestaron su solidaridad con los transportistas limeños, quienes, según denuncian, han pagado con sus vidas la ineficiencia del Estado.
El transporte público en las principales ciudades de Puno, principalmente combis, fue completamente suspendido. Muchos transportistas utilizaron sus vehículos para bloquear puntos estratégicos en las ciudades.
A media mañana, distintos gremios, entre ellos los de maestros y obreros de construcción civil, iniciaron marchas por el centro de Puno, expresando su respaldo a los transportistas limeños y su descontento con la actual gestión gubernamental.
JULIACA
El primer día de paro en la provincia de San Román, Puno, fue marcado por protestas masivas organizadas por transportistas, comerciantes y otros sectores. Desde tempranas horas, se bloquearon las principales vías de acceso de Juliaca, incluyendo la avenida Huancané, el óvalo Pedro Vilcapaza y la salida hacia Cusco. Además, los principales mercados, como San José, Túpac Amaru y Las Mercedes, cerraron sus puertas en apoyo a la medida.
Dato
No se detectaron a los “terna” usados para sembrar actos vandálicos de manera que la fiscalía pueda perseguir dirigentes.
Por: Eduardo Mamani/ J. Carlo Flores