Corruptos a la tumba, honestos a la política

Fecha:

Por Guillermo Yaguno

De cara a las próximas elecciones de 2021, el panorama es incierto o poco prometedor para la golpeada clase política de nuestro país.

El efecto Odebrecht y Lava Jato, les significará un gran costo político por mucho tiempo. De derecha, centro conservadora e izquierda, sus políticos están llamados a realizar un mea culpa no solo con el elector, sino con su propio partido.

Este mea culpa, debe redefinir al interior de cada tienda política, la formación de verdaderos cuadros políticos, que a la postre, plasmen el plan del partido en el gobierno.

En los últimos cuatro gobiernos, los ‘caudillos’ recurrieron a las grandes agencias de tecnócratas con ‘lobbies’ incluidos, e hicieron gala de su pragmatismo de corto plazo.

Los ganadores de las elecciones llegaron a Palacio de Gobierno, más por sentimiento que por programa político. Y a la hora de echar mano de los suyos para conformar la estructura del gobierno, se daban cuenta de que no tenían gente preparada para administrar los diferentes sectores del Estado.

El mismo Apra que se jactó de ser el único partido con bases y militancia activa, tanto en las elecciones como en su gobierno, dejó de lado a sus compañeros para incorporar gente ajena al partido.

Las carteras ministeriales y viceministeriales se conformaron en 2003 con más del 60% de “independientes”, “técnicos” o de otros partidos. En ese momento, se llamó a esta forma de gobierno, un gabinete plural o de ancha base.

No sólo ocurrió en ese poder del Estado, también, en gran parte de la administración del sector público. Los demás gobiernos de turno hicieron y pasaron por lo mismo.

Se saludó con simpatía efímera esta nueva forma de querer gobernar el país, con cogobiernos que al final, no garantizaban nada ni asumían el costo político o la responsabilidad de un mal gobierno.

La verdadera razón fue que en estos años, la escuela política estuvo ausente en la mayoría de partidos. Solo las cúpulas, los caudillos y jefes eran el partido.

El tiempo nos ha demostrado que el pluralismo y cogobierno no contemplaba la mejora del país, más bien, un pacto que garantice la impunidad y el cuidado de las espaldas.

A estas alturas, apristas, fujimoristas, acciopopulistas, izquierdistas y demás ofertas políticas, tendrán que marcar no con palabras, sino con acciones, una postura frente a la corrupción y sus corruptos.

Deberán discutir aspectos de ética y moral, dimensiones que también abarca la política. Su suerte está en sus manos. Fue un 29 de julio de 1888, en el Politeama, cuando un escolar leía frente al presidente Andrés A. Careces, el discurso escrito por González Prada donde proclamaba que “los troncos añosos y carcomidos produjeron ya sus flores de aroma deletéreo y sus frutas de sabor amargo. ¡Que vengan árboles nuevos a dar flores nuevas y frutas nuevas! ¡Los viejos a la tumba, los jóvenes a la obra!”.

Hoy en tiempos modernos, la proclama resuena así: ¡Los corruptos a la tumba y los honestos a la política!

*Periodista

Compartir post:

Suscríbete

Populares

Más vistos
Más vistos

Dina Boluarte: «Somos un gobierno que cumple sus promesas»

Por: Clara Montoya Dina Boluarte enfrenta una aprobación récord de...

Los Mirlos: la cumbia amazónica peruana llegará a Coachella 2025

Por: Clara Montoya La icónica agrupación de cumbia amazónica psicodélica,...

Rusia sostiene que avisó a EE.UU. del ataque a Ucrania

Por: Clara Montoya En un movimiento que generí tensión internacional,...

Arequipa: denuncian a bombero de golpear a su pareja

Por: Clara Montoya Una joven de 32 años vivió un...