Lovot, tal como su nombre lo dice ha sido diseñado únicamente para ser amado. Este robot escapa de las leyes sobre la tecnología y la robótica para realizar nuestras tareas más exigentes o hacer nuestras vidas más cómodas. La única misión de esta mascota robótica es que crees un vínculo afectivo con él.
Se trata de un robot creado por Kaname Hayashi, de unos 50 centímetros de altura y con un motor y ruedas para que pueda perseguirnos por la casa. Además de tener un suave pelaje para asemejarse a un cachorro.
Lovot dispone también de un altavoz para «hablar» a su manera (una especie de maullido y trino remezclado), dispone de tres cámaras para mapear y navegar por el entorno y es capa de almacenar 1.000 personas para «recordarlas».
Sus ojos contienen seis capas gráficas para crear ese movimiento ocular y dispone de una serie de sensores que le permiten desplazarse de manera autónoma. Según su creador con éstos alcanza un nivel de autonomía y cognición esperado en una mascota pequeña, con «un nivel de inteligencia algo por encima del de un hámster», afirma.
Este pequeño robot de cerca de 3 kilogramos que detecta tacto y presión y que además contiene circuitos que lo mantienen en una temperatura similar a la de los seres humanos tiene un costo de 3.000 dólares, con la posibilidad de un pago mensual de 90 dólares.
La República