Escribe: Oscar Pareja Castro
Hace unos meses ingresé a Emergencia de EsSalud en Yanahuara con un cuadro grave de salud, pese a ello, luego de 9 horas de exámenes y atenciones sin diagnósticos, tras aplicarme un calmante me mandaron a casa, hasta donde llegué convaleciente. Como el malestar persistía, fui a una clínica donde los médicos no podían creer que no me hayan internado en EsSalud y me hayan enviado a casa.
Recordé que por este mismo cuadro, mi papá hace 12 años ingresó por emergencia del hospital Honorio Delgado Espinoza. Los médicos aquella vez lo internaron y no salió hasta saber qué es lo que tenía. Gran diferencia entre los servicios de uno y otro sistema, aunque parezca increíble. Personalmente no me sorprende el maltrato al que estamos expuestos los asegurados. Recuerdo que, luego de la pandemia, me volví caserito de EsSalud por los constantes dolores que me generaba la vesícula.
Llegaba casi siempre doblado de dolor, mientras otros pacientes me miraban con conmiseración por los alaridos propios a este cuadro médico; ello no ocurría con médicos ni enfermeras, quienes ni siquiera sugerían una pronta operación, pese al riesgo en mi salud. ¿Tienes algún familiar médico, algún funcionario conocido? Solo así te operarán en EsSalud”, me dijo con crudeza un doctor que me atendió por última vez por este mal en el hospital de Yanahuara, quien me vio muy mal.
Sentía morirme por el dolor. Me retiré del nosocomio y mis familiares se prestaron dinero para internarme en una clínica a fin de que me extraigan la vesícula. Como otros miles de asegurados, me hago la pregunta: ¿Para qué pago al Seguro Social si no me va a cubrir atenciones por lo menos urgentes, ni qué decir de las enfermedades comunes, porque cada vez que llamo nunca hay citas para consultorios externos. En carne propia uno vive la imperfección del sistema de salud, la inhumanidad de algunos médicos y enfermeras, seguramente curtidos o cansados con el día a día de sus labores en contacto con los pacientes.
Pero el problema en EsSalud va mucho más que la mala atención de salud, es la corrupción. Sobre el gerente de la Red Asistencial de EsSalud Arequipa, Yilbert Zeballos Pacheco, hace poco denunciaron que sus hijos habrían sido afiliados fraudulentamente en EsSalud, lo que pinta de cuerpo entero al funcionario, quien además está implicado en denuncias de presunta corrupción que fueron difundidas en un medio televisivo en Lima.
Mientras que, cada funcionario, profesional y servidor público en general no cumpla con sus labores encomendadas en la entidad, es difícil pensar en cambios positivos en una institución que está venida a mal y sobre la cual malos elementos, desde el Ejecutivo, lo ven como un botín donde hacerse ricos o beneficiar a los suyos con puestos de trabajo, en desmedro de los asegurados como usted, como yo, como todos.