Escribe: Jhon Carlos Flores
Problemas de salud mental, salud sin garantías y otras circunstancias se han cobrado de, al menos, cuatro actrices porno en los últimos dos años, lo que apunta a una revisión de las condiciones laborales en que trabajan.
Cuatro extraños fallecimientos han conmovido al mundo de la pornografía americana y, dentro de ella, con especial fuerza al porno blanquirrojo. Un suicidio y dos enfermedades desconocidas se llevaron a las que consuelan a los solitarios, a las que encienden deseos de hombres sin suerte o voluntad para satisfacer sus deseos carnales usando las artes de la seducción.
Algunos lo han calificado como un submundo de la producción audiovisual pero, se trata de páginas de internet tan populares como Netflix o Linkedln y tan rentables con ellas. En Latinoamérica se tiene a Sexmexx.
Se estima sus ganancias, solo con suscriptores permanentes, en 60 mil dólares mensuales según pudo investigar la periodista Ivette Solórzano. La misma llegó a establecer que el costo de cada producción (metrajes de entre 16 minutos y una hora) ronda entre los 1mil y 2 mil dólares.
Las historias son absurdas en el mejor de los casos: repartidores de pizzas que deben consolar a una solitaria, una maestra de escuela lujuriosa, una consulta médica que acaba en orgía o una madrastra profundamente solitaria y ardiente. Claro que no puede haber mayor elaboración cuando se trata de, precisamente, anular el pensamiento y darle rienda a una imitación del placer.
TERESA FERRER
Como en toda la industria del entretenimiento y el espectáculo, en el mundo porno se ha conformado una farándula con sus superestrellas, nuevos “talentos”, viejas glorias, atletas sexuales, jovencillos “ afortunados y demás. Entre ellas, una tal Grecia Indra Martínez Gutiérrez se dio a conocer como Teresa Ferrer. Era del gusto latinoamericano: voluptuosa y rellenita hasta el límite de insinuar rollos.
Debutó en la plataforma Sexmexx en el año 2017 a los 31 años. Vale la pena saber cómo llegó: empezó como edecán y después “scort” (vendía su cuerpo a clientes exclusivos), en el límite de la prostitución. Le gustaba grabarse teniendo relaciones y, en una de esas, según cuenta, su pareja perdió su celular y alguien colgó un video íntimo que la tenía como protagonista. Cómo ya era conocida en las redes sociales, decidió salir en más.
Fueron 8 años de carrera en las cuales pasó de papeles de secretaria a ser una madrastra pecadora. Por cierto, también era madre y su hija tuvo que sufrir acoso por su trabajo. El 1 de junio del 2025, ella fue ingresada al Hospital General de Pachuca diagnosticada por una “neumonía atípica”. Desgraciadamente no tenía suficientes recursos y fue medicada por orden del juez pero, tras un mes de tratamiento falleció el 2 de julio. Tenía 39 años. Dos hijos.
Daba entrevistas y, alrededor de su muerte, se tejieron varias conjeturas. Desde enfermedades venéreas hasta negligencia médica pero, no se publicó información posteriormente y solo quedaron gan cantidad de videos que siguen enriqueciendo a los dueños de su casa productora.
THAINA FIELDS
Se llamaba Abigail Esther Paredes Campos pero era conocida por los solitarios como Thaina Fields, Chinita o Tini. Sus 55 kilos se distribuían generosamente en su menudo cuerpo. Sus rasgos orientales le daban cierto aire exótico a sus videos.
Su muerte o, mejor dicho, su autoeliminación estaba anunciada desde mucho atrás. En los videos se mostraba com pletamente despreocupada y voraz pero, en algún lugar de ella, estaba quebrada. Aunque luchaba por dar la cara a la vida con apariciones en público y podcast donde hablaba de la salud mental, por dentro se debatía en el terreno de la depresión.
“He sufrido acoso sexual y abuso sexual después de crear esta clase de contenido. Es fuerte, pensaban que para ser actriz de cine para adultos podían darme por dónde querían”, confesaba. El 6 de enero del 2024 se reveló la noticia de su muerte. El último video que grabó, registraba un baile al costado de un árbol de Navidad.
Era 6 de enero del 2024 “Bajada de reyes” y le encontraron sin vida en su casa. Especulaciones tampoco faltaron pero todos sus conocidos estaban convencidos que había perdido la dura batalla contra la depresión y la desaprobación social. Su familia no mostró interés en darle un último adiós, reportaron medios de comuniación de Trujllo, su ciudad natal.
VITORIA BEATRIZ
Vitoria Beatriz, nacida el 17 de julio de 1996 en São Paulo, Brasil, es la pérdida más reciente en el circuito nacional. Con una estatura de 1.59 metros, su carisma y naturalidad frente a las cámaras la convirtieron en una figura reconocida, especialmente por su trabajo con la productora peruana Inka Productions.
Su debut en el cine para adultos se dio en el contexto de la expansión del género en plataformas digitales, donde rápidamente ganó popularidad, acumulando más de 26 mil seguidores en Instagram y 200 mil en Twitter/X. A pesar de su corta trayectoria, participó en múltiples producciones en Brasil y Perú.
Vitoria Beatriz falleció el 5 de agosto de 2025 a los 28 años, tras varios días hospitalizada en estado crítico en Lima, Perú. Aunque la causa oficial de su muerte no fue revelada por su familia ni representantes, se especula en redes sociales que estuvo relacionada con problemas de salud física y mental, incluyendo posibles episodios de autolesión, según allegados y mensajes en su fanpage.
“Ella compartió conmigo sus problemas de salud y lo difícil que era para ella lidiar con eso todos los días”. publicó el administrador de su cuenta de instagram.
MISS JOHN DOUGH
Este 5 de agosto la actriz de cine para adultos y creadora de contenido Lina Bina, conocida popularmente como “Miss John Dough”, falleció a sus 24 años. Según The Sun, su hermana Moni reveló que Lina perdió la vida debido a complicaciones por un coágulo de sangre en el corazón y el cuello.
MALDICIÓN Y RIESGOS REALES
Vitoria Beatriz lucía evidentes implantes que habían agrandado sus caderas; Tahina Fields sufrió abuso sexual y acoso tras aparecer en video para adultos, lo cual empeoró su ya delicada salud mental; Teresa Ferrer tuvo que pedir medicamentos gratuitos.
En suma, hay condiciones desfavorables para aquellas trabajadoras del cine para adultos lo que se podría tomar como una castigo divino o maldición por dedicarse a una actividad, pecaminosa para los más conservadores.