En lugar de enfrentar a las mafias que controlan la minería ilegal en Caravelí, el general de la Policía Nacional, Víctor Zanabria, habría jugado un rol clave en su consolidación. Según el reportaje emitido por Panorama, Zanabria, quien fue jefe de la Región Policial Arequipa en 2020, es señalado en múltiples testimonios como parte de una red que favoreció a los grupos ilegales que extraen oro en la zona.
Uno de los testimonios más contundentes proviene de un exsicario que asegura que Zanabria alertaba a los mineros antes de operativos policiales. “Sabíamos cuando subía la PNP y todos fugábamos”, declaró ante la Fiscalía contra el Crimen Organizado.
Otros testigos policiales detallan cómo se fabricaban escenas de violencia —con disparos simulados y registros falsos— para justificar estados de emergencia prolongados, lo cual facilitaba el control del territorio por parte de los ilegales.
El caso más grave relatado en los testimonios fue el asesinato de un hombre en diciembre de 2020, quien fue enterrado con explosivos en un terreno controlado por una minera informal, sin que la policía —presente en el lugar— interviniera.
Según las declaraciones, el control de la zona estaba garantizado por los vínculos entre los representantes legales de la minera y la PNP. Igualmente, los testigos revelaron que Zanabria viajaba frecuentemente a Caravelí y que personalmente cobraba en efectivo y en oro. “Efectivo y mineral. Oro en oro”, indicó el testigo.
Además, se señala que Zanabria habría interferido en las investigaciones al cambiar al personal clave de la Diviac por oficiales de su entorno cercano. Aunque el general negó las acusaciones y afirmó que la Fiscalía archivó el caso, varios testimonios indican que las investigaciones continúan.
Lo que queda en evidencia, según los informes recogidos, es que en vez de combatir la minería ilegal, la autoridad policial más importante de la región habría trabajado para ella.