Escribe: Edgard Norberto “Beto” Lajo Paredes
Estudioso de la informalidad e iniciador de la simplificación administrativa; descubridor del capitalismo liberal popular en los ambulantes, micros y pequeños empresarios; propulsor del derecho de propiedad de los pueblos jóvenes y similares; autor de los libros: El otro sendero y El misterio del capital; presidente del Instituto Libertad y Democracia; por último, arequipeño global.
Trabajó con el presidente Alan García del primer período (1985- 1990), se hizo realidad la hipoteca popular y la Ley N° 25035, Ley de Simplificación Administrativa (1989); colaboró con el presidente Alberto Fujimori, en el primer período (1990-1995), impulsando la desregulación normativa para el crecimiento de la inversión privada, la cual se orientó a las grandes empresas formales nacionales y extranjeras; dejando de lado a los emprendedores no formales. Postuló a la Presidencia de la República en las Elecciones de 2001 con el partido político Capital Popular, pasó desapercibido; por segunda vez candidateó el 2021 con Avanza País, organización política de ciudadanos formales, no de micros y pequeños empresarios. En la actualidad se le vocea como candidato del 2026 por Progresemos, partido animalista, no de informales, no obstante, haber elaborado propuestas para formalizar la minería informal.No entendemos ¿por qué no funda una agrupación política de informales y emprendedores?
Visitó Arequipa (sábado 21 de diciembre), como político y posible candidato presidencial, sin embargo, ofreció conferencia de prensa de corte académico: habló del Puerto de Chancay y sus implicancias globales, como de los peligros para el Perú en sus relaciones diplomáticas con EE.UU. Siendo el ideólogo de la informalidad y capitalismo popular, en la mesa lo franquearon los muy formales y destacados profesionales de la clase media alta limeña: Luis Solari y Rolando de Sousa; no hubo un arequipeño ni ningún representante de las MYPEs, tampoco alguien de la minería informal.
Qué les falta a los presidenciables del 2026, recorrer el país, no una vez, varias veces; no estar una hora para la foto, sino varios días, a fin, tomar el pulso a la población; no sólo hablar, sobre todo, escuchar a sus bases, y dar mensajes de optimismo creíble.