Hace 11 años inició la construcción del Hospital Materno Infantil, una obra crucial para Juliaca, pero hoy es un “elefante blanco”. La Contraloría halló indicios de corrupción, y en 2023 se detuvo por deficiencias técnicas. En enero se firmó un convenio con la UNI para evaluar su estructura, pero surgieron dudas sobre el costo y el tiempo para dicho trabajo. Las críticas surgen sobre la capacidad del gobernador Richard Hancco para asumir un proyecto de tal magnitud.
Escribe: Zenaida Zea Olivera
El Hospital Materno Infantil de Juliaca en 11 años aún no es una realidad. Este importante proyecto hospitalario, a cargo del Gobierno Regional de Puno, inició en la gestión del expresidente regional, Mauricio Rodríguez, quien colocó la primera piedra en su actual terreno, en la urbanización Taparachi.
A fines de enero firmó un convenio con la Universidad Nacional de Ingeniería (UNI) para que a través del Centro de Investigaciones Sísmicas y Mitigación de Desastres (Cismid), realice su evaluación estructural. Sin embargo, hay cuestionamientos sobre el costo, tiempo de ejecución y número de profesionales involucrados.
El gerente del Gobierno Regional, Óscar Macedo, informó que el convenio específico establece un plazo de 90 días el análisis técnico del edificio de tres pisos. Para ello la UNI presentó su plan de trabajo y, el 27 de marzo llegarán 20 profesionales a Juliaca para los trabajos de campo. Los estudios costarán S/ 750 mil y los primeros días de mayo se espera el informe final.
Según Macedo, en más de dos meses, el equipo ha realizado trabajo de gabinete, acopio de información y análisis. El grupo, liderado por Roy Reyna Salazar, evaluará la capacidad portante del edificio; es decir, el estado del piso técnico, el concreto y los suelos donde se han detectado asentamientos y fisuras.
Si bien la Contraloría no sugirió la paralización de la obra, el gerente explicó que se tomó esa decisión luego de las visitas ‘in situ’ con técnicos del Programa Nacional de Inversiones en Salud (Pronis) y la UNI, donde se detectaron fisuras y grietas en vigas y en el piso técnico donde están los aisladores sísmicos. También se hallaron cangrejeras con arena.
El informe será enviado a la Contraloría tras detectarse incongruencias en la obra y el gasto presupuestal. Se halló insumos vencidos en almacenes y un desfase financiero. “No sabemos dónde están S/ 30 millones”, denunció el gerente, quien afirmó que el caso fue remitido a la Procuraduría y se interpuso una denuncia penal.

LETARGO Y DESIDIA
El exconsejero de San Román, Isidro Pacohuanaco Pacco, cuestionó la capacidad del equipo técnico de Richard Hancco, especialmente la de su gerente de Infraestructura, Wilhen Limachi. “No tienen ni el perfil ni la experiencia”, afirmó. Además, señaló un despilfarro de dinero y pérdida valiosa de tiempo.
Indicó que estos profesionales deberían contar con al menos 10 años de experiencia en obras hospitalarias y como residentes de obra. Señaló que la falta de voluntad política de Hancco ha sido clave en el retraso del proyecto.
“Parece que tiene miedo a denuncias y se quiere lavar las manos”, dijo Pacohuanaco. También criticó la fiscalización tardía y la falta de acción del Colegio de Ingenieros de Puno, cuyo actual decano es gerente de Infraestructura del Gobierno Regional. “Sería juez y parte”, agregó.
COSTO EXCESIVO
El ingeniero Rubén Tamayo Mollinedo, consultor en obras civiles y especialista en peritajes, calificó de excesivo el costo de la evaluación estructural. Señaló que este monto es comparable al del expediente técnico del hospital, que asciende a S/ 757,469.00.
Tamayo cuestionó el plazo de 90 días, pues solo se comprobará la resistencia del concreto. “No se va a hacer un trabajo de alta ingeniería”, afirmó, y consideró que se pudo optar por profesionales de la región para los trabajos de esclerometría y diamantina. “Parece que se quiere demorar el proyecto porque nadie quiere asumir su reinicio”, añadió.
Respecto a los 20 profesionales de la UNI, consideró que no se requieren tantos. “No se trata de un peritaje técnico financiero”, manifestó. Tamayo sostuvo que el gobernador se ha rodeado de profesionales no adecuados, lo que genera temor en la ejecución de la obra.

NO DEBE DEMOLERSE
Sobre una posible demolición, Tamayo señaló que no deberían existir errores tan graves que justifiquen esta medida. Dijo que ha visto obras más complejas, como el estadio Guillermo Briceño Rosamedina, donde también se sugirió demoler su infraestructura