Por: David Auris Villegas
Se escuchan quejas por todas partes sobre la crisis que atraviesa la educación y la necesidad de encontrar soluciones. Sin embargo, esta crisis nos motiva a progresar, ya que, sin ella, todo parecería perfecto. En este año escolar, maestros, estudiantes, funcionarios y padres de familia necesitan trabajar en conjunto con el propósito de robustecer los aprendizajes.
Nuestro país al igual que toda Latinoamérica, enfrenta problemas de aprendizaje repetitivo, docentes poco capacitados, alta burocracia y falta de política educativa clara. Muchas escuelas carecen de servicios básicos y tienen infraestructura deteriorada. Además, las extorsiones a las escuelas privadas por parte de los criminales, oscurece el panorama nacional.
A pesar de esta dura realidad, los maestros enfrentan el desafío de cerrar las brechas de aprendizaje, especialmente en las zonas rurales. Pero, el Estado aún no los ha capacitado adecuadamente, que solo el 40 % poseen habilidades digitales básicas, según la OCDE (2024). Si bien, se habla de equidad e inclusión, la política educativa del Gobierno fomenta la exclusión en la educación básica. Pues la existencia de colegios de alto rendimiento llamados, COAR, los colegios Bicentenario y los centros educativos convencionales, reflejan una inequidad entre ellas. Esta brecha, impulsada por el mismo Estado, contradice los principios de la Unesco y los ODS que es, cerrar las brechas del aprendizaje.
Más de 6 millones de estudiantes en Perú buscan un futuro mejor, pero enfrentan grandes desafíos. Según el INEI, el 12% de los menores padecen de desnutrición, afectando su aprendizaje, especialmente en zonas rurales. La prueba PISA 2022 reveló que solo el 1 % de los estudiantes peruanos alcanzaron un alto nivel académico. Esto evidencia la fragilidad de nuestro sistema educativo.
Entonces es fundamental enseñar a los estudiantes a investigar, ser creativos, argumentar y desarrollar la empatía y convivencia. La Dra. Inger Enkvist señala que el dominio de competencias requiere de conceptos. Citando un caso británico, argumenta que un estudiante de 15 años maneja 280 conceptos que les permitirán una vida exitosa. Como corolario, los maestros cargan el desafío de potenciar las habilidades cognitivas de los estudiantes. El Estado requiere implementar una política educativa que cierre las brechas de aprendizaje, mientras que los estudiantes han de ser respetuosos con sus docentes, y la sociedad tiene la responsabilidad de asumir un compromiso con la educación de sus hijos.
Artículo publicado en El Montonero