Una mujer de la tercera edad vive un verdadero drama, luego de que sus propios hermanos la acusaran de ser la autora de un crimen en contra de su sobrino de 8 años de edad, algo que ella rechaza rotundamente.
Graciela Pilco, natural del Centro Poblado de Sivicani (Chucuito-Juli), dijo que el 23 de julio murió su sobrino de 8 años, y que el padre de este, Jorge Pilco Pari, junto a su otro hermano, Mariano Pilco Pari, la acusan de ser la autora de un supuesto crimen.
Doña Graciela niega rotundamente haber participado en el crimen del niño, asegurando que ese fatídico día ella no estaba cerca del menor, y que mucho menos tenía intenciones de cometer tal hecho.
El conflicto se agudizó el sábado 28 de julio, cuando un grupo pèrsonas, encabezado por sus hermanos, la retuvieron en contra de su voluntad para que confiese el crimen. Sus familiares, aseguró, intentaron quemarla viva, luego que negara los cargos que se le imputaban.
“El teniente y mi otra hermana me han salvado, porque me iban a quemar”, narró la mujer en aymara, por lo que pide a las autoridades que se esclarezca el crimen del menor, además de que le den garantías para su vida, porque sufre constantes amenazas de muerte de sus propios familiares.
No conformes con el intento de quemarla viva, la mujer denunció que el martes 30 de julio fue a dar su testimonio a la policía, en Ilave, y que al regresar, cerca del mediodía, descubrió que su vivienda había sufrido un atentado.
La mujer acusó a Mariano Pilco y a otras personas de incendiar su dormitorio y cocina, además de destruir una de sus habitaciones, la cual está a punto de colapsar; doña Graciela asegura que quieren vengarse de ella, pese a que no cometió ningún crimen.
Cabe indicar que las pérdidas hubieran sido mayores si personal policial no acudía al lugar y sofocaba el incendio, que consumía la vivienda de la mujer.
Según Graciela, sus hermanos siempre le tuvieron envidia, y mantenían conflictos permanentes por terrenos, hecho que habría conducido a llegar a estos extremos.
Precisó también que en el incendio perdió más de 50 mil soles en efectivo, dinero que guardaba para la adquisición de un terreno, considerando los problemas que tenía con su familia.
Asimismo, contó que los bienes de su único hijo también fueron afectados (dos laptops, celulares, 10 inkuñas, 10 aguayos, una moto carga, una moto lineal), además de productos de primera necesidad.
El supuesto crimen del menor es investigado por el Ministerio Público y la policía, aunque lentamente.