El juez Guido Chevarría Tisnado, del Tercer Juzgado Civil de Puno, emitió el 9 de mayo una medida cautelar que pone en jaque el proyecto del Colegio de Alto Rendimiento (COAR) en Juliaca. La decisión se produjo apenas días después de que fuera suspendido oficialmente por faltas muy graves.
La Oficina Descentralizada de la Autoridad Nacional de Control (ODANC) suspendió al magistrado el 5 de mayo por cuatro meses, tras confirmar su responsabilidad en incumplimientos judiciales graves.
La sanción se basa en la Ley de la Carrera Judicial y evidencia faltas como falta de imparcialidad y prontitud. A pesar de esa suspensión vigente, Chevarría Tisnado emitió una medida a favor del sindicato de trabajadores de la Dirección Regional de Trabajo de Puno, lo que paralizaría el avance del COAR en Juliaca.
POLÉMICO JUEZ
El magistrado arrastra una serie de cuestionamientos por fallos controvertidos. Se le cuestiona, por ejemplo de favorecer irregularmente al empresario Enrique Calmet en una diligencia en el colegio Huáscar de Puno, ejecutada sin autorización durante la pandemia. Calmet, ha sido sindicado por estafas con terrenos y falsificación de documentos, es uno de los implicados clave en este caso.
El acta fue manipulada, se ignoraron normas legales y Chevarría nunca presentó descargos, lo que aumentó las críticas contra él dentro del Poder Judicial.
INACCIÓN
El expresidente de la Central de Barrios de Juliaca, Orlando Fernández Sejje, cuestionó la pasividad del director de la Unidad de Gestión Educativa Local (UGEL) San Román, Luis Mamani Llano. Cuestionó que se haya rodeado de personajes como Jorge Zúñiga, quienes estarían obrando para frustrar el COAR en Juliaca.
Asimismo, indicó que la consejera por San Román, Marielena Mamani, recibió el encargo de sustentar los documentos sobre la elección del terreno en Taparachi. La asignación fue hecha en una reunión del 4 de abril. Su inacción ha generado suspicacias.