Ayer, en medio de llanto, indignación y clamores de justicia, se le dio el último adiós a Yamileth Y.C.T. (10). Se Presume que fue asesinada por los cuidadores de la vivienda donde vivía junto a su hermano mayor, de apenas 12 años. La ciudadanía exige que su muerte no quede impune.
El drama familiar comenzó cuando su madre los abandonó de bebés. Su padre, Fidel Calizaya Sanca, asumió el doble rol de padre y madre, pero la necesidad lo obligó a trabajar como obrero en Sina-Yanahuaya.
Confió en Jhorsch Ramírez Pineda y Ruth Karina Panca Humiña, a quienes les pagaba S/ 900 mensuales por el alquiler y el cuidado de sus hijos.
La tragedia ocurrió el domingo por la noche. La pareja alegó que Yamileth cayó por las gradas, pero su hermano, mostrando moretones, los delató: “El señor Jhorsch nos pegaba”, dijo, y aseguró que su hermana murió por una brutal paliza.
El motivo de la golpiza obedecería a que un gato entró a la cocina y se comió parte del pollo. “Nos culpó, y golpeó a mi hermanita con una madera hasta dejarla sin respirar”, relató el niño. También denunció que eran quemados y sufrían maltratos.
¡JUSTICIA!
Tras conocerse la tragedia, vecinos indignados acudieron a la vivienda donde vivían los menores y atacaron la casa con piedras, exigiendo justicia. El padre de Yamileth descubrió que los presuntos agresores habían cambiado la chapa de la puerta.
Entonces pidió ayuda a las autoridades, ya que sus pertenencias seguían dentro del inmueble. Mientras tanto, el dolor se trasladó a la escuela Santa Catalina, donde profesores, padres y alumnos dieron el último adiós a la niña.
El ambiente fue conmovedor: entre lágrimas, los compañeros de Yamileth no comprendían lo ocurrido. La comunidad educativa con carteles en mano, exige justicia. La directora del plantel, Rutelia Mamani, anunció que se reforzará el Comité de Bienestar del Estudiante con apoyo de los padres de familia.