Luis Abel Rodríguez Limachi
¿La pintura de Machicado, cómo podría definirse?
El maestro Juan de la Cruz, nació en Yunguyo, es aimara, siempre profesó su amor por la cultura aimara, pero su obra ha emergido para la universalidad; sus composiciones, trazos y temas lo llevaron a presentar su trabajo por las más importantes galerías del mundo, sin dejar de lado el tema de la identidad. Aunque al inicio no tuvo el apoyo debido en Puno, él supo afrontar estas circunstancias en la ciudad del Cuzco, donde él pudo encontrar condiciones que le permitieron mostrar su valiosa obra; recordemos que en esa época no había dónde exponer en Puno. El maestro tenía siempre presente la idea de que Puno tuviera una pinacoteca, un espacio donde los artistas puedan tener un espacio para mostrar su labor artística. Es un deber de nosotros llevar a cabo este sueño que tenía el maestro.
¿Considera que la creación y composición artística de Juan de la Cruz Machicado es un testimonio de amor por Puno?
No solo por Puno, sino por todo aquello que lo inspiraba; el altiplano, con sus costumbres, música, su danza, la vitalidad de la gente… El maestro atravesó por varias etapas artísticas, pero siempre fortaleciendo su identidad. En Lima tuvo contacto con varias corrientes y expresiones artísticas, pero sin duda lo que más le influyó fue la obra de Sabogal, el maestro Machicado supo imprimirle y darle a su obra originalidad. Por ejemplo, tuvo como maestro al gran pintor Juan Manuel Ugarte; él es puro, el mismo que llegó a ser maestro de otro gran pintor puneño, el lampeño Víctor humareda. Conoció y se vinculó a grandes artistas de la época como Tilsa Tsuchiya Castillo. El maestro Machicado siempre representó a Puno.
¿Qué enseñanzas deja la vida y creación de Juan de la Cruz Machicado?
El cariño, el tremendo amor por la tierra que expresaba. Él se emocionaba muchísimo cuando estaba por Puno, cuando se reunía con los artistas jóvenes; le gustaba mucho viajar a las zonas rurales, tuve la suerte de acompañarlo en varios de esos viajes, fui testigo de la emoción que sentía el maestro cuando entraba en contacto con la tierra, sus paisajes, sus colores y la vida misma. También nos deja la enseñanza de su labor por plasmar en sus creaciones toda su sensibilidad. El maestro siempre se mostró afectuoso con las personas interesadas en el arte. Lo conocí en los años 80, en una exposición que llevó a cabo en Puno; me acerque a él, y desde el primer instante se mostró cercano. Tengo muy presente sus consejos y enseñanzas.
¿Por qué es importante que los puneños recordemos y valoremos la obra de Juan de la Cruz Machicado?
Porque forma parte de Puno, fue un artista que llevó a su tierra por todo el mundo, tenemos que difundir más su obra. A través de sus trazos y composiciones nos deja su testimonio de vida, testimonio de Puno; siempre supo compartir sus conocimientos con los jóvenes artistas. Es un deber de nosotros y tener siempre presente al maestro.
