Se “inflan” presupuestos a favor de constructoras en Puno
Mientras la denuncian por comer chifa, los medios de comunicación capitalinos han ocultado los nexos de la ministra de Vivienda y Construcción, Hania Pérez de Cuéllar, con empresarios de la construcción y su actuación “inflando” presupuestos y buscando la privatización de Sedapal.
Cabe indicar, en ese marco, que Hania Pérez inició su carrera como gerente de un hotel, pasó a ser asesora de Palacio de Gobierno, estuvo en la Asociación de Exportadores (Adex), Naciones Unidas, Ministerio de la Producción e Indecopi, donde era la presidenta del Consejo Directivo hasta que salió, en el gobierno de Pedro Castillo.
En todos esos años, es preciso mencionar, estuvo casada con Ramesh Behari Agrawal Fernández, gerente general de Prime Capital.
El investigador Gino Román advirtió que justamente esta entidad se encargó de facilitar el financiamiento de obras como el Gasoducto Sur Peruano, Olmos y Chavimochic para Graña y Montero y su socia mayor, Odebrecht.
A pesar de su divorsio con Ramesh, la actuación de la ministra es, a todas luces, muy favorable a dicho sector empresarial. Según el semanario Hildebrandt en sus Trece, ella está abriendo camino para la privatización de Sedapal.
Además, en la víspera Los Andes reveló un aumento del presupuesto del proyecto de agua para Puno, de S/ 282 millones a S/ 1.400 millones; y que lo mismo pasa con el del drenaje para Juliaca, de S/ 708 a S/ 1.650 millones.
Por si fuera poco, resolvió el contrato para la construcción de las PTAR Puno, sin importar el millonario arbitraje que le costaría a los peruanos, además de preparar una actualización de costos. No sería raro que Aenza (ex Graña y Montero) ronde cerca del contrato.
Algo más: “Puerta giratoria” se llama al mecanismo donde un agente empresarial asume varias veces cargos públicos para beneficiar a sus empleadores.