Escribe: Oscar Pareja Castro
La censura de Juan José Santiváñez en el Ministerio del Interior dejó importantes fotografías del momento que los peruanos no deben olvidar, como qué partidos políticos congresistas se opusieron a la censura del cuestionado y favorito funcionario de la presidenta Dina Boluarte.
El partido político de Alianza Para el Progreso (APP) se opuso a la censura, y su líder, César Acuña, gobernador de La Libertad, abiertamente salió a defender al controvertido exministro, argumentando la necesidad de conseguir estabilidad social con su permanencia.
Hay que recordar que, durante los meses que Santiváñez estuvo al frente del Mininter, se produjeron más de 1,880 asesinatos a manos del crimen organizado, siendo la muerte del inocente vocalista de Armonía 10 el detonante para pedir la cabeza de Santiváñez.
Somos Perú y Honor y Democracia, a través de los votos de sus parlamentarios también pretendieron blindarlo.
Fuerza Popular, de Keiko Fujimori, pese a haber impulsado la censura del ministro, no se salva de la crítica. Antes de la muerte del cantante, el partido de Keiko respaldó a Santiváñez sin evaluar los cuestionamientos por presunta corrupción que envuelven al exministro, pero sobre todo por la ineficacia frente a la lucha contra la criminalidad y la inseguridad ciudadana.
Entre los parlamentarios que pretendieron blindar a Santiváñez están los arequipeños Edwin Martínez, quien votó en contra de la censura, Alex Paredes, de Bloque Magisterial, y María Agüero, de Perú Libre, quienes se abstuvieron de votar.
Los representantes de Puno no se quedaron atrás. Flavio Cruz Mamani, de Perú Libre, votó en abstención, mientras que Oscar Zea, del Bloque Magisterial, pidió licencia para evitar emitir su voto. Qué tal lavado de manos. El Gobierno y gran parte del Congreso (33 parlamentarios) no han mostrado en momentos cruciales, como el caso de la censura a Santiváñez, ese interés en favor del pueblo y por el contrario han expresado abiertamente sus pretensiones personales, llegando hasta el punto de elogiar el mediiocre trabajo de Santiváñez al frente del Mininter.
La obstinación en mantener a un cuestionado personaje en esta cartera termina con la imagen deteriorada del ministerio, de la Policía, el debilitamiento institucional del aparato de justicia y en especial con la inseguridad y criminalidad incontrolable y en ascenso. Es imposible que los peruanos deban olvidar a los partidos políticos y personajes que actúan de espaldas al Perú.
