Un día para nunca olvidar fue ayer cuando se anunció el nombramiento de Robert Francis Prevost natural de Estados Unidos y con nacionalidad peruana- como el nuevo papa bajo la tradicional fórmula en latín ‘Habemus papam’ desde el balcón de la basílica de San Pedro.
El anuncio fue recibido por miles de personas que abarrotaron la plaza de San Pedro que estallaron de alegría cuando se vio la humareda blanca de la Capilla Sixtina en el segundo día de cónclave.
133 cardenales decidieron su elección. Robert Francis Prevost será León XIV, el 267 pontífice de la historia, sucediendo a Francisco (2013-2025).
Tras su discurso de presentación expresó en español: “Y si me permiten también un saludo a todos aquellos, en modo particular, a mi querida Diócesis de Chiclayo, en el Perú, donde un pueblo fiel ha acompañado a su obispo, ha compartido su fe y ha dado tanto para seguir siendo Iglesia fiel de Jesucristo”.
NUEVO PAPA
El nuevo pontífice de la Iglesia Católica nació en Chicago, pero desarrolló gran parte de su carrera religiosa en Perú, donde obtuvo la nacionalidad en 2015.
Su vínculo en el Perú comenzó en 1985, apenas tres años después de ordenarse sacerdote, cuando llegó en una misión agustiniana. Posteriormente dirigió el seminario agustiniano de Trujillo durante diez años y fue nombrado obispo de Chiclayo.
El cardenal Prevost ocupó importantes cargos en la Iglesia Católica, fue presidente de la Pontificia Comisión para América Latina, fue administrador apostólico del Callao (2020-2021), prefecto del Dicasterio para los Obispos desde 2023, y fue vicepresidente segundo de la Conferencia Episcopal Peruana (2018-2023).
El nuevo Papa ha sido un colaborador cercano del fallecido papa Francisco. Se espera que continúe con las reformas iniciadas por su predecesor y que guíe a la Iglesia Católica en los desafíos del mundo actual, en un momento donde cada vez son menos los católicos.
ACTIVO
Prevost asumió funciones entre 1988 y 1998, un periodo duro en el Perú por el terrorismo y la represión de las Fuerzas Armadas con muchas muertes de por medio y desapariciones en los gobiernos de Alan García (1985- 1990) y Alberto Fujimori (1990-2000).
En su misión pastoral, cercano a la población más humilde afectada por la violencia, cuestionó las violaciones a los derechos humanos y al gobierno del exdictador Fujimori.
En 2017 cuestionó al presidente Pedro Pablo Kuczynski por indultar a Fujimori, apresado 25 años por la matanza de 25 personas. Sostuvo que Fujimori no reconoció su responsabilidad ni expresó arrepentimiento sobre estos hechos.
También cuestionó a la presidenta Dina Boluarte por la forma en que trató a los manifestantes tras el fallido golpe de Estado del expresidente Pedro Castillo, donde la Policía y Ejército asesinaron a más de medio centenar, entre 2022 y 2023.