Escribe: J. Carlos Flores Vargas
El especialista en energía, Antonio Gamero, alertó sobre el abandono del gasoducto de la sierra, un proyecto clave para regiones como Apurímac, Cusco, Arequipa, Moquegua y, specialmente, Puno.
Mientras el gasoducto costero, que beneficiará a Mollendo en Arequipa, avanza con miras a completarse en 2034, el gasoducto serrano solo tiene un 37 % de avance, a pesar de contar con una inversión de 1,760 millones de dólares.
Gamero denunció que existe un lobby para favorecer a Camisea, operado por el Consorcio Transportador de Gas del Perú (TGP), que reportó utilidades de 5,000 millones de dólares, pero no aportó regalías al Estado.
Puno, una de las regiones más afectadas, sigue sin acceso al gas natural. Aunque el gasoducto costero permitirá que el gas llegue a Juliaca, esta ciudad no cuenta con la infraestructura necesaria para su uso. El gasoducto serrano, que podría cambiar esta realidad, está paralizado y, según Gamero, ha sido “encarpetado”, es decir, archivado por las autoridades.
Frente a esta situación, organizaciones sociales de Arequipa y Puno han anunciado un paro macrorregional de 48 horas para exigir avances en el gasoducto serrano. El malestar es palpable, ya que la falta de gas natural limita el desarrollo económico y social de estas regiones.
DATO.
El alcalde de Puno, Javier Ponce, ha presentado como un logro la instalación de un gasocentro.