El proceso de asimilación y reconocimiento referente a los saberes ancestrales de la cultura aymara, es ahora sin duda un hecho innegable. Por fin, la cultura dominante, la cultura oficial impuesta desde un Estado colonial, ha decidido incorporar no solo usos y costumbres, sino además conocimientos que tienen miles de años y con plena vigencia. En ese sentido, es importante la publicación del “Manual en Aymara: elaboración de la historia clínica”.
Los médicos, pues, están obligados a conocer el universo en el que viven para completar lo que en la universidad no se les ha enseñado. Si los médicos hablaran correctamente aymara, seguramente podrían desarrollar una más fecunda labor.
Sin embargo, es preciso tener en cuenta que las personas procedentes de la cultura aymara tienen una mentalidad mágica, religiosa, cósmica y ancestral, cuya dialéctica es distinta. Las enfermedades de los aymaras están relacionadas con seres real maravillosos, pertenecen a la cosmogonía dialéctica, no a la racionalidad cartesiana. Muchos médicos no entienden que se trata de otra forma de ver, enfermar y sobrevivir en un mundo negado por la cultura oficial.
De allí la necesidad de que los ch’amakanis, paqos, yatiris, layqas, surtiyiris, wawachiris, sean incorporados a las postas y hospitales de la región, para que brinden un servicio adecuado como oportuno. Es decir, que el mismo tiempo de trabajar puedan enseñar lo que saben a los médicos y ellos, a su vez, brindarles toda la medicina requeridas para un trabajo complementario.
Este texto servirá para que los médicos tomen conciencia de la labor humana que tienen, será de gran utilidad también para afirmar que gran parte de las enfermedades mentales que padecen las grandes mayorías es el estrés y enajenación, debido a la violencia que impone el sistema.