Por: Jeamilett Chirinos Bernal
El puente Chilina, símbolo de la ingeniería moderna en Arequipa, es una imponente obra arquitectónica que conecta dos extremos de la ciudad con una longitud de 562 metros. Desde su inauguración en 2014, este viaducto, no solo ha sido el puente urbano más largo del Perú, sino también un símbolo de progreso para la región.
Sin embargo, el Puente Chilina no solo se ha consolidado como una vía vital para la movilidad en Arequipa, sino también como un lugar asociado a un fenómeno doloroso: el suicidio. En lo que va del año, ya se registraron 93 casos de personas que han elegido este lugar para terminar con sus vidas. Ante el alarmante aumento de suicidios en el Puente Chilina, las autoridades regionales dieron un paso importante para enfrentar esta tragedia.
El 24 de mayo del 2022, el Consejo Regional de Arequipa aprobó la Resolución Gerencial Regional de Salud Nº 145-2021-GRA/GRS/ GR/OAL, que declaraba en “prioridad el enmallado del puente Mariano Melgar y Valdivieso (Chilina)”.
Este acuerdo se consolidó en agosto del mismo año con la aprobación del proyecto por parte de la Dirección Desconcentrada de Cultura de Arequipa, lo que dio luz verde a la intervención en el puente, respetando los lineamientos patrimoniales y culturales de la ciudad.
El enmallado es una respuesta a las características particulares del Puente Chilina, cuya altura y ubicación lo han convertido en un lugar frecuente para el suicidio.
SOLUCIÓN
Con este proyecto, se busca instalar barreras físicas que impidan el acceso a los bordes del puente, dificultando la posibilidad de saltos fatales. Esta medida sería una forma de salvar vidas mientras se desarrollan políticas de prevención más amplias.
Una de las organizaciones más activas en promover la ejecución de este proyecto es U-Manos, una asociación sin fines de lucro dedicada a la prevención, atención de la salud mental y el fortalecimiento familiar.
Fiorella Mattos, presidenta de la asociación, indicó que es de suma urgencia de que este enmallado se concrete lo antes posible. “El Puente Chilina ha sido denominado la ‘puerta de la muerte’ en Arequipa, similar a lo que ha sucedido con otros sitios en el mundo, como el Golden Gate en San Francisco”, señaló.
Además, Mattos explicó que el proyecto del enmallado ha experimentado algunos cambios, “inicialmente, iba a ser ejecutado por administración directa, pero ahora se ha decidido que sea por contrato.
Este cambio ha elevado el presupuesto a más de 6 millones de soles, cuando originalmente, en 2018, se estimaba en aproximadamente 2.5 millones de soles. La pandemia y otros facto – res han incrementado los costos”, indicó.
POSICIÓN
Por otro lado, Julio César Abarca, decano del Colegio de Psicólogos, mostró una postura crítica frente a esta medida. Para el decano, el enmallado de infraestructuras como puentes no es una solución efectiva para enfrentar el problema del suicidio.
“No podemos enmallar todos los puentes ni todos los edificios de la ciudad”, afirmó. Abarca explicó que la verdadera solución no está en colocar barreras físicas, sino en garantizar una atención psicológica oportuna y de calidad.
En esa línea, Fiorella Mattos también señaló que, aunque el enmallado es una medida necesaria, se debe complementar con políticas de educación emocional y la creación de una red de apoyo comunitario para identificar y asistir a personas en riesgo.
Tanto Abarca como Fiorella Mattos coincidieron en que se necesita invertir más en salud mental para contratar más profesionales especializados. Ambos concluyeron que el problema del suicidio requiere una solución integral que vaya más allá de barreras físicas.