Por: J. Carlos Flores Vargas
Una investigación de la organización Connectas confirmó que la región de Puno, especialmente su zona norte, es el eje principal de una red de contrabando de explosivos destinados a la minería ilegal.
Según Raúl Ortega, exfuncionario de la Dirección Regional de Energía y Minas, solo entre el 20 % y 30 % de los mineros informales adquiere explosivos legalmente, mientras que el 70 % restante recurre al contrabando.
Por su ubicación fronteriza, Puno recibe dinamita y otros insumos desde Bolivia.
En 2021, el Ministerio del Interior identificó 11 puntos críticos en los distritos de Alto Inambari y Ayapata, mientras que La Rinconada, la mina más alta del mundo, también se abastece de este tráfico.