Puno, la otra capital del Perú

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José María Arguedas, hace 52 años, en El Comercio, publicó un reflexivo e interesante artículo sobre su experiencia puneña, donde sustentó que la ciudad de Puno era la otra capital del Perú, es decir, “La Capital del Folklore peruano”, también la sede de la danza latinoamericana. En el presente artículo, tratamos de Arguedas y la “otra capital del Perú”.

René Calsín Anco

LOS ILUSTRES VISITANTES

En la centuria pasada la ciudad de Puno, fue visitada por notables personajes de la literatura peruana y universal, entre ellos Alberto Hidalgo (1917), Abraham Valdelomar (1919), Pablo Neruda (1943), Miguel Ángel Asturias (1947), José María Arguedas (1967) y Mario Vargas Llosa (1990). De estas personalidades, algunas estuvieron en más de una ocasión, consideramos el año de la visita principal.

ARGUEDAS Y PUNO

Arguedas, concretó acciones a favor del desarrollo literario, artístico, histórico y cultural de la región Puno. Sus aportes están asociados a la Festividad de la Virgen de la Candelaria, la danza y la música puneña, la declaración de Puno, como Capital del folklore peruano y la edición del libro puneño de mayor data.

LA FIESTA PATRONAL PUNEÑA

La mayor expresión dancística del país y una de las más importantes de América y el mundo, la Festividad de la Virgen de la Candelaria, patrimonio cultural inmaterial de la humanidad, es un imponente, fastuoso, masivo y variado acontecimiento anual de danza, música, devoción y regocijo que se desarrolla en homenaje a la patrona de Puno, en la primera quincena de febrero.

En esos días de jolgorio y fe se aprecia un inusitado despliegue de sugestivas figuras y mudanzas coreográficas, de variados ritmos y hermosas melodías, de atractivos y bellísimos trajes, como de prácticas religiosas ancestrales, coloniales y contemporáneas. En esta fiesta de manifiesto sincretismo cultural, admirada por propios y extraños, está involucrado un significativo porcentaje de la población puneña. En la ciudad de Puno, la veneración y el agradecimiento a la Pachamama paulatinamente se está trasmutando por la devoción y la fiesta en honor a la Virgen de la Candelaria.

ARGUEDAS EN LA FESTIVIDAD PUNEÑA

Arguedas, riguroso y apasionado estudioso de la cultura andina, no dejó de apreciar la Festividad de la Virgen de la Candelaria. En 1966, la Federación Folklórica Departamental de Puno invitaba a José María Arguedas, Efraín Morote Best, Sergio Quijada Jara y Fernando Silva Santisteban (Los Andes 4/2/1966); sin embargo, estas personalidades no llegaron, excepto Sergio Quijada Jara (LA 10/2/1966); también arribaron Humberto Vidal Unda, Director de la Casa de Cultura del Cusco, y Benjamín Gutiérrez Verástegui, Director de la Casa de Cultura de Huancayo (LA 10/2/1966).

Al año siguiente, se cristalizaba la presencia del reconocido narrador, quien arribó al Aeropuerto de Juliaca el 2 de febrero, ese mismo día se dirigió a la ciudad de Puno. Su llegada quedó registrada así: “Procedente de Lima. Arribó a esta ciudad, el conocido escritor y maestro de la juventud doctor José María Arguedas, autor de conocidas y difundidas novelas ‘Yawar Fiesta’, ‘El Sexto’, ‘Agua’ y otras muchas y ensayos de carácter folklórico” (LA 2/2/1967).

El 5 de febrero en el Estadio Monumental Enrique Torres Belón, Arguedas apreciaba el variado, imponente, majestuoso y masivo certamen de danzas. Era el tercer concurso que organizaba la Federación Folklórica Departamental de Puno (LA 6/2/1967). En ese certamen, hacían de jurados José María Arguedas, Josafat Roel Pineda (Jefe del Departamento de Folklore de la Casa de la Cultura del Perú), Mildred Merino de Zela (Directora de la Escuela Nacional de Folklore), David Frisancho Pineda, Alberto Cuentas Zavala y Víctor Villar Chamorro (LA 22/2/1967). Esta extraordinaria plana de jurados presidida por Arguedas, la mejor que registra la historia dancística puneña, calificó a los 27 conjuntos participantes.

EL VIAJE A PUNO

Del viaje a Puno, Arguedas decía: “recibí una invitación de la Federación Folklórica Departamental” (Correo 12/11/1967). En una carta del 1 de febrero de 1967 escribía: “mañana viajo a Puno”. En otras misivas: “tuve que interrumpir mi permanencia aquí [en Chimbote] para ir a Puno a presidir un jurado de un concurso folklórico”; “Estuve 10 días en Puno”.

UN CÉLEBRE ARTÍCULO

El Comercio del 12 de noviembre de 1967, publicaba el célebre artículo de Arguedas, titulado Puno, otra capital del Perú, en el cual, considera a la ciudad de Puno: la “otra capital del Perú” y “la capital de la danza latinoamericana”; ponderaba a la Festividad de la Virgen de la Candelaria en estos términos: “El 2 de febrero Día de la Virgen, acudían a Puno los bailarines ‘del campo’… La Octava de la Virgen de la Candelaria de Puno, era la fecha de la ciudad… El Estadio Monumental de Puno, aquel día 5 de febrero, durante cinco horas mostró el desfile más espectacular, más cargado de símbolos y de significado que es posible presentar en la América Latina… Desfilaron en el Estadio, en las calles y en la Plaza de Armas de la ciudad… el desfile de las danzas puneñas… fue el espectáculo más impresionante y cargado de significado que vi nunca… En ninguna región del Perú y sin duda de América latina pueden encontrarse tan variadas y tantas danzas como en Puno… es urgente estudiar su folklore, registrarlo, describirlo, e investigar sus orígenes y su valor como testimonio social y como expresión artística… No creemos que exista en América un acontecimiento comparable, en cuanto a danzas y música, como la fiesta de la Virgen de la Candelaria”.

LA DANZA Y LA MÚSICA PUNEÑAS

Arguedas reivindicó y puso en relieve a la danza y la música puneña, basta conocer sus acciones al respecto o leer los artículos: El charango (1940), La danza de los Sicuris (1943), Los Sicuris de Puno (195?), La Embajada Folklórica de Puno (1962), Los señores y los indios (1962), El Berioska, el Ballet Mejicano y la Embajada Folklórica Puneña (1963), Autenticidad contagiosa, Danzas de Puno a México (1965) y Puno, otra capital del Perú (1967), o el informe sobre la Festividad de la Virgen de la Candelaria presentado a la Universidad Nacional Agraria, rotulado: La danza y el cambio social en Puno (1967). Para ello, compartimos las aseveraciones en cada una de sus publicaciones.

En el artículo El charango, expresaba: “La voz del charango del Kollao es aguda y se oye lejos; sus quince cuerdas chillan… cuando el indio o el mestizo del Kollao lo tocan, el wayno hiere, y aunque parezca exagerado, es como si el verdadero viento de los pajonales, de la pampa grande, estuviera cantando desde la boca del charango”.

En La danza de los Sicuris, escribía: “Los sicuris de Puno son de una complejidad extraordinaria, cada instrumento representa una flauta de órgano, y diez o quince indios tocando sicuris forman una orquesta… es hoy un instrumento propio del altiplano… no se toca en forma individual sino en grupo, es instrumento de las fiestas y de las danzas más grandes e importantes”.

En El Berioska, el Ballet Mejicano y la Embajada Folklórica Puneña, decía: “Estoy ahora convencido… hasta la médula que aquí no necesitamos ningún BALLET FOLKLÓRICO. El Perú puede exhibir una veintena o treintena de danzas equivalentes a la del ‘Venado’ mejicano… [las] que presentó la Embajada Puneña… danzas y canciones que lleven un mensaje colmado por la transparente, patética y regocijada concepción mágica del mundo y un testimonio de la tradición peruana”.

En Autenticidad contagiosa, Danzas de Puno a México, leemos: “cómo aficionados de las clases media y alta de la ciudad de Puno, han logrado interpretar con una autenticidad contagiosa las danzas tradicionales indígenas de la región”. Trata del viaje del Centro Musical y de Danzas Theodoro Valcárcel a México.

En Las danzas y el cambio social en Puno, informaba: «A la fiesta… acudían grupos de bailarines integrados por indios de la zona rural y algunos conjuntos de Sicuris formados por mestizos de tres barrios de la ciudad. Con la intervención del Instituto Americano de Arte se organizó un desfile de esos conjuntos en la Plaza de Armas…. La formación de nuevos conjuntos… aumentó rápidamente… conjuntos formados por mestizos… Se inició y desarrolló un estado de competencia, de tensión entre los grupos de mestizos y el de los señores”.

En el informe dirigido al Presidente de la FFDP, Arguedas, Merino y Roel sustentan sus calificaciones, realizan observaciones de algunas danzas, caso “de la espectacularidad con fines escénicos” y sugieren mejoras para los siguientes concursos.

Arguedas valoró a danzas específicas, a los Sikuris, los Ayarachis, la Diablada, el Qajelo [q’axilu], la Llamerada, la Qashwa de Capachica, los Kallawayas, los Choquelas y la Pandilla Puneña. De sus acciones anotamos a las siguientes: La reivindicación de esas manifestaciones artísticas; la ponderación de las mismas con gran sustento; el apoyo incondicional a la Embajada Folklórica Puneña; la promoción y el impulso para que las danzas sean exhibidas en México; la recopilación y catalogación de las manifestaciones artísticas; y la serie de propuestas para el mejor cultivo de la danza y la música. Es más, dejó un registro fílmico.

Arguedas fue un artífice para que la danza puneña se presente en México, una de las mayores plazas dancísticas del mundo. En una colecta pública de 1963 donó la mitad de su remuneración mensual; al respecto, un diario informaba: “Colecta pública para auspiciar viaje a México de la Embajada Folklórica de Puno, Arguedas donó la mitad de su sueldo” (LA 4/6/1963). La Embajada Folklórica no logró viajar; sin embargo, dos años después, el 3, 4 y 5 de noviembre de 1965, el Centro Musical y de Danzas Theodoro Valcárcel hacía presentaciones dancísticas triunfales en el Palacio de Bellas Artes de México.

PUNO, CAPITAL DEL FOLKLORE PERUANO

La preservación y el desarrollo de las hermosas, variadas e imponentes danzas puneñas y la trascendencia de la Festividad de la Virgen de la Candelaria hicieron que se emitieran leyes, resoluciones y declaraciones, de las cuales vale remarcar a tres.

La primera, es la Ley N° 24325 del 5 de noviembre de 1985, que confiere a la ciudad de Puno la categoría de Capital del Folklore Peruano. La segunda, es la Resolución Directoral Nacional N° 655/INC del 2 de setiembre del 2003, que declara Patrimonio Cultural de la Nación a la Festividad de la Virgen de la Candelaria. La tercera, es la declaratoria de la UNESCO del 27 de noviembre de 2014; en ese día, la Festividad de la Virgen de la Candelaria quedó incluida en la lista de patrimonios culturales inmateriales de la humanidad, de manera que la fiesta patronal puneña alcanzó nombradía universal.

Para que a la ciudad de Puno le concedieran el título de Capital del folklore peruano, se hizo necesario de una serie de requerimientos para vertebrar un expediente de sustento, entre ellos de investigaciones trascendentes sobre la danza y la música puneña. De estos estudios, influyeron decisivamente los artículos de Arguedas, particularmente el rotulado Puno, otra capital del Perú.

Walter Tapia Bueno rememoraba: “Arguedas nos dejó… una gran herencia cultural… le pidieron que influya en autoridades de gobierno para que de una vez por todas, Puno sea declarada como la ‘Capital del Folklore Peruano’. Esa fue una de las razones para que al despedirse… me dijera que no estaría conforme sino hasta que no escribiera dos buenos artículos sobre Puno”. Después, Arguedas escribió el artículo Puno, otra capital del Perú y el informe La danza y el cambio social en Puno.

LA VISITA DE GARCÍ DIEZ DE SAN MIGUEL

En 1964 Arguedas, cuando dirigía la Casa de la Cultura del Perú, publicó el libro Visita hecha a la provincia de Chucuito por Garci Diez de San Miguel en el año de 1567. El hallazgo y la versión paleográfica del libro, como la biografía de Garcí Diez, corresponden a Waldemar Espinoza Soriano; el prólogo a Arguedas y el estudio etnográfico a John V. Murra. Este libro es el de mayor data sobre la región Puno, contiene informaciones de la vida puneña prehispánica y de los decenios aurorales de la colonia.

En el prólogo, Arguedas escribía: “El informe de Garci Diez de San Miguel… describiendo las siete provincias del reino Lupaca en 1567, es el primero de una serie de documentos regionales, algunos todavía inéditos, otros poco conocidos y de difícil acceso, que publicará la Casa de la Cultura del Perú… Ofreciendo en ediciones más restringidas fuentes de excepcional importancia para la búsqueda de conocimientos más verídicos y más profundos del mundo andino antes de la invasión europea y durante las primeras décadas después”.

PUNO EN LA OBRA DE ARGUEDAS

En las obras de Arguedas se aluden a sucesos, lugares y personajes puneños. El viaje a Puno de 1967, tuvo una gran incidencia en su última novela, él mismo decía: “Lo que he visto en Chimbote y en Puno es algo muy grande”; “He luchado desde 1943, contra una afección muy dura… Espero imponerme, me auxilian la gran vida que recibí de los pescadores (y de la gente de las barriadas) de Chimbote y de los campesinos y clases populares de Puno”; “El viaje a Puno me ha casi aniquilado. Increíble. Recibí toda la voz, la presencia del hombre actual del altiplano y su inmensa fuerza me enardeció y luego me dejó como exhausto. Es que llevo demasiados años de intranquilidad”; “a la vuelta [de Puno], casi me desintegro a causa de la violencia con que fui atacado por la fuerza de esa humanidad indefinible de los hombres del altiplano. Es casi indescriptible; he quedado medio traumatizado; por primera vez abrumado por un mensaje”.

En la novela El zorro de arriba y el zorro de abajo, Arguedas alude a manifestaciones, etnias, instrumentos musicales y lugares puneños, como a: el carnaval puneño, los uros, los sikus de diferentes tamaños, el charango, los totorales, el lago Titicaca, Paratía, la península de Capachica, las ciudades de Puno y Lampa, y las danzas puneñas, entre ellas a los Ayarachis, los Sikuris y el Qaqelo [q’axilu].

LAS VISITAS A LA REGIÓN

Arguedas hizo periplos a la hoy región Puno. En 1924, cuando frisaba los trece años, recorrió: “Abancay, Andahuaylas, Challwanka, Huancayo, Sicuani, Llocos, Huaitará, Yauyos, Coracora, Juliaca, San Miguel, Huanta”. El paso por Juliaca lo hizo por vía férrea, junto a su padre y su hermano Arístides.

En marzo de 1939, Arguedas se trasladó de Lima a Sicuani, vía Arequipa, pasó por estaciones puneñas. En el trayecto corregía el segundo capítulo de su novela Yawar Fiesta, evocaba: “Yawar fiesta empezó como una cosa secreta. Yo había escrito un cuento que apareció en una revista y obtuvo un premio. Estaba tan descontento con ese cuento que empecé a escribir ese capítulo después de salir de la prisión en 1938 y cuando llegué a Juliaca, lo hallé tan malo que lo rompí”.

Cuando vivía en Sicuani (1939 a 1941), anduvo por Santa Rosa, Ayaviri, Pucará, Checa Pupuja, Juliaca, Puno, Lampa y Paratía. En Checa Pupuja, le encandiló la cerámica ancestral, por entonces escribió el artículo La cerámica popular india en el Perú (1940). En Paratía, apreció a los Ayarachis en su hábitat. Del lago expresó: “El lago es mucho mejor de todo lo que nos han dicho; todavía me dura la emoción que sentí la primera tarde que vi llegar las balsas… El día que ustedes vean el lago no podrán olvidarlo nunca. Es una belleza”.

En 1951 Arguedas y Enrique Encinas recorrían el Sur del país. Arguedas, rememoraba: “El doctor Monge, Director del Instituto de Altos Estudios de la Universidad San Marcos, nos encomendó a Enrique Encinas y a mí la misión de ir a Cusco, Arequipa y Puno a invitar a los profesores universitarios y otros estudiosos para una Conferencia Internacional de Antropología”.

La visita más conocida, la realizada a la ciudad de Puno del 2 al 12 febrero de 1967, tuvo por propósito conocer la fiesta patronal puneña y los carnavales, llegó a Capachica, Juli, Pomata y Los Uros. En Capachica quedó fascinado por el charango y la Qashwa. Se vinculó con los moradores del medio rural. Asimismo, ofreció una conferencia en la Escuela Normal Superior María Auxiliadora.

ARGUEDAS Y LOS PUNEÑOS

En 1931 y 1932 en la Universidad Nacional Mayor de San Marcos, Arguedas conoció a José Antonio Encinas (Rector) y a Carlos Oquendo de Amat (docente de la Preparatoria). Después, trabó amistad con Federico More, Emilio Romero, Enrique Encinas, Gamaliel Churata, Luis de Rodrigo, Ernesto More, Alejandro Peralta, Emilio Armaza, José Portugal Catacora, Leopoldo Cuentas Bedregal, José Portugal y Antonio Arenas, entre otros.

En Sicuani (1939 a 1941), tuvo de alumnos a decenas de puneños, entre ellos a Gilberto Miranda Luján (hermano de Efraín, de Putina), Justo Ruelas Quispe (Juliaca), Miguel Cornejo Zea (Nuñoa), Aristo Solórzano Mendoza (Nuñoa) y Roberto Mendoza Aragón (Ayaviri).

En Arequipa conoció a Vladimiro Bermejo, Mateo Jaika y Aurelio Martínez. En Cusco a Manuel Chávez Ballón. En Sicuani a Víctor Cuentas Ampuero, Alfredo Macedo Arguedas y Efraín Miranda Luján. En Viena a Carlos Calderón Fajardo.

En 1967, en Puno, trató con Omar Aramayo, Percy Zaga Bustinza y José Luis Ayala, de la Promoción Intelectual Carlos Oquendo de Amat; con Mariano Esteban Ramírez Castañeda (Presidente de la FFDP), David Frisancho Pineda, Juan Alberto Cuentas y Víctor Villar Chamorro (jurados del concurso), Walter Tapia Bueno (Asesor de la FFDP), Alberto Valcárcel, Samuel Frisancho, José Flores Ordoñez, Sor Rosa Vera Ballón, José Paniagua Núñez, Ángel Mamani y Átalo Gutiérrez Valdivia, entre otros.

En sus escritos mencionó a Miguel de San Román, Julián Palacios Ríos, Manuel Núñez Butrón, Francisco Pastor, Alfredo Macedo Arguedas, Enrique Encinas, los hermanos Iturri y José Portugal (hijo de José Portugal Catacora). Mantuvo correspondencia con José Antonio Encinas, Manuel Chávez Ballón, Carlos Cornejo Roselló y Leopoldo Cuentas Bedregal, entre otros.

Además se vinculó con la Embajada Puneña Folklórica (dirigida por Carlos Cornejo Roselló), la PICOA, el Instituto Puneño de Cultura y la Asociación Cultural Brisas del Titicaca.

Ponderaron la obra de Arguedas: Gamaliel Churata, Alejandro Peralta, Emilio Armaza, Carlos Calderón Fajardo, Jorge Flórez-Aybar, Walter Tapia Bueno, Dorian Espezúa Salmón y Mario Navarro Quispe, entre otros.

OTROS ACONTECIMIENTOS

En 1963 el Centro Folklórico Social Los Íntimos de Juliaca ganó el Concurso de Música, Canto y Baile Mariano Melgar, organizado por Radio Nacional del Perú. Arguedas, que apreció ese concurso, el 17 de febrero de 1963, suscribía una constancia de autenticidad en favor de la institución puneña, en calidad de Presidente de la Comisión Nacional de Folklore de la Comisión Nacional de Cultura.

En los cincuenta años del paso a la inmortalidad de Gamaliel Churata y José María Arguedas, es pertinente mencionar los aportes de estas personalidades en la valoración de nuestra tradición literaria y el desarrollo de la literatura andina. A propósito, Churata escribió sobre Arguedas, al ponderar la literatura verdaderamente americana con raíz andina, que empieza con Felipe Guamán Poma de Ayala, decía: “Hay escritores como Jorge Icaza, José María Arguedas, Cardoza Aragón, de Ecuador, Perú y Guatemala, en quienes es notorio el latido de una naturaleza con raíz; son, con decisión indisimulable, desde el punto de vista hispano deplorables. No, como posibilidades americanas; pues en ellos es sobre el idioma que recae la violencia expresiva de una personalidad que acabará por romper los tejidos idiomáticos, haciendo del romance una juerga cuasi bárbara, cuasi tan bárbara como la usada por Huamán Poma”.

De manera que Puno, la otra capital del Perú, recibió notables contribuciones de José María Arguedas.

PERIÓDICOS CONSULTADOS: 

LA (Los Andes).

EEP (El Eco de Puno).

LVP (La Voz de Puno).

C (Correo).

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