Escrito: J. Carlos Flores Vargas
Una jornada de trabajo se convirtió en tragedia cuando un muro construido con enormes rocas sobre barro remojado por las lluvias cayó sobre 6 trabajadores de construcción matando a dos de ellos en el acto y dejando mal herido a un tercero.
TRAGEDIA
Eran poco más de las 9 de la mañana de este soleado 4 de diciembre cuando la cuadrilla de trabajadores se disponía a vaciar concreto en las columnas de metal de un muro de contención.
No lo sabían, pero desde días atrás estaban en una trampa mortal. Junto al muro de contención proyectado, otro muro mal construido soportaba todo el peso de un terreno que se puso fangoso por las lluvias de días atrás.
En la base, el agua barrosa se escurría formando pozas dando cuenta de la cantidad de agua que se había filtrado. El viejo muro construido para proteger la explanada del grifo San Carlos era un insulto a la ingeniería: no tenía columnas, ni buenas bases.
VÍCTIMAS
En la mañana, Derman Chayña Quispe, varón de 47 años, padre de dos adolescentes de 17 y 15 años, además de un pequeño de 9, tomó su lugar de trabajo.
A varios metros, junto a una columna, Robert Junior Henry Gómez Apaza (36), padre de una niña de 9 años, hizo lo mismo.
Un poco más alejado del muro, es decir, de la muerte, Alejandro Meneses Villalta (55) también se dispuso a sumarse a la tarea. Vaciar concreto es un trabajo de precisión, fuerza y coordinación, pero ninguno de los seis trabajadores contaba con lo que estaba por suceder.
DERRUMBE
Pocos minutos después de las 9 de la mañana, una trabajadora del grifo escuchó un fuerte sonido. Al salir, vio que una parte del grifo había desaparecido al igual que el muro perimétrico del establecimiento y el baño prácticamente colgaba.
Un poco más allá y tres metros abajo, las rocas, el barro y las columnas de metal se confundían en una enorme masa desordenada y fatal.
Robert Gómez yacía junto a una columna; murió en cuestión de minutos. Derman Chaiña sucumbió debajo de una roca enorme; no tuvo chance alguna.
Un poco más atrás, Alejandro Meneses, sobrevivió porque dos bloques se apoyaron entre sí y atraparon la mitad de su cuerpo. Alrededor, el agua barrosa se tiñó de rojo por su sangre.
Horas más tarde se supo que su condición era estable. Su diagnóstico era politraumatizado y estaba bajo observación permanente.
Fueron cinco horas de rescate del cuerpo; bomberos, policías y vecinos terminaron exhaustos. En un primer momento, lo hicieron con sus manos desnudas pues las herramientas también habían sido sepultadas.
SEPULTADO 2 VECES
Derman Junior tuvo la mala suerte de ser sepultado dos veces luego de que el baño del grifo haya tenido que ser derribado.
Dos familias fueron destrozadas y cuatro hijos se hicieron huérfanos a pocos días de la Navidad.