De acuerdo a las proyecciones del Ministerio de Vivienda Construcción y Saneamiento este proyecto para descontaminar el lago Titicaca en algunos casos recién podría reiniciarse en el 2027 en el mejor de los casos. Una tragedia
Escribe: Eduardo Mamani
La ejecución de las Plantas de Tratamiento de Aguas Residuales (PTAR) en Puno sigue siendo una promesa incumplida, con una proyección que aplaza su reanudación hasta el 2027, según estimaciones del Ministerio de Vivienda, Construcción y Saneamiento (MVCS).
Este proyecto crucial para reducir la contaminación del Lago Titicaca y mejorar la calidad de vida en la región quedó paralizado tras la terminación anticipada del contrato con la empresa Operadora Ecológica del Titicaca (OPETI) en diciembre de 2023. Desde entonces, el proceso ha retornado a su etapa inicial, es decir en algunos casos se iniciará una especie de estudios complementarios.
En enero de este año, el MVCS firmó convenios con las municipalidades de Melgar, El Collao, Chucuito, Puno, San Román y Moho para desarrollar los estudios técnicos. Sin embargo, los avances son lentos: en el caso de Puno, el expediente técnico estará listo recién en abril de 2027. La PTAR Moho, por su parte, prevé su viabilidad recién en marzo de 2025. Este retraso genera incertidumbre sobre el impacto ambiental que la región enfrentará mientras las aguas residuales continúan contaminando el lago y sus alrededores.
JULIACA Y LAS PTAR
En Juliaca, jurisdicción de la provincia de San Román, el panorama es igual de desalentador. A pesar de los esfuerzos del alcalde Óscar Cáceres Rodríguez, quien gestionó la delegación de funciones al MVCS para la elaboración del expediente técnico, las proyecciones para la ejecución de la PTAR son inciertas. Cáceres anunció que el nuevo expediente será financiado por el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y destacó la transición hacia plantas convencionales modernas que permitirán el tratamiento adecuado de las aguas residuales y su reutilización. Sin embargo, los problemas heredados del contrato con OPETI continúan afectando el proceso.
Los conflictos laborales también han agravado la situación. Extrabajadores y proveedores locales reclaman pagos pendientes por parte de las empresas subcontratadas por OPETI, generando protestas y reclamos en busca de justicia. Además, la paralización de las obras tras la muerte de dos obreros dejó a varios ciudadanos sin recibir sus salarios, profundizando la crisis social en torno a este proyecto.
IMPACTO AMBIENTAL
Mientras los plazos se extienden, el impacto ambiental del vertido de aguas residuales sin tratar en el lago Titicaca sigue siendo alarmante. Según el especialista Ángel Canales, la región enfrenta un riesgo ambiental creciente, y las provincias afectadas deberán reiniciar los procesos de financiamiento y gestión de nuevos proyectos, lo que prolongará aún más la contaminación.
Ante esta situación, la Comisión Ambiental Municipal y otras entidades locales han anunciado monitoreos de calidad de agua para sustentar la elaboración de proyectos urgentes. Sin embargo, los resultados de estas acciones no estarán disponibles en el corto plazo, dejando a Puno con una problemática latente que pone en peligro la salud de sus habitantes y su entorno natural.
ACCIÓN INMEDIATA
La suspensión de las obras y los retrasos en la ejecución de las PTAR exigen una respuesta inmediata de las autoridades regionales y nacionales. El avance de los estudios técnicos y el financiamiento deben acelerarse para evitar que la crisis ambiental y social en Puno se agrave aún más. Mientras tanto, las comunidades afectadas, los trabajadores y los empresarios continúan esperando soluciones concretas que garanticen la sostenibilidad del lago Titicaca y el bienestar de la población.
Dato.
En el marco de los trabajos para la construcción de la PTAR en la ciudad de Puno, también se reportó la muerte de un hombre. En su momento se cuestionó cómo iba trabajando la empresa OPETI a quien luego se le resolvió el contrato.
