Javier Calderón
Un nuevo capítulo en la historia musical del Altiplano escribió el conjunto de sicuris Qhantati Ururi de Conima. El 29 de julio, ataviados de rojo y blanco, los integrantes de esta legendaria institución musical, retumbaron con el soplo de sus sicus los palcos que se instalaron a lo largo de la avenida Brasil de la Capital de la República, todo con motivo del Desfile Cívico Militar a propósito de las Fiestas Patrias. Fueron momentos sublimes. A los que nos tocó seguir la transmisión a través de un televisor, nos emocionó el hecho de que, una de las manifestaciones musicales que mejor nos representa como sociedad altiplánica, se muestre a nivel nacional y mundial. Las manifestaciones de admiración, coparon las redes sociales y los “likes”, “me encanta” y miles de “compartir” a la presentación de este conjunto, reprodujeron y ampliaron el alcance mediático, algo sumamente importante para la época en que vivimos.
Hablar de Qhantati Ururi es intentar sintetizar casi dos siglos de historia. No es la primera vez que este conjunto realiza una presentación en la Ciudad de los Reyes. Corría el año 1939, cuando Natalio Calderón inicia una aventura musical hacia Lima, un periplo increíble. Eran épocas donde la alcanzar el destino elegido se tornaba incierto. Salir de Conima era ya, un acto de valentía. Pero nada amainó en aquellos años el interés de los conimeños por mostrar el arte del sicuri. En Lima, gracias a las gestiones de aliados y amantes de la música, se realizaron presentaciones en el Club de Turín Automóvil del Perú, allí se les otorgó la “Medalla de Oro y Diploma”.
El año 1965, un grupo de cincuenta artistas conimeños, repitieron el viaje hacia la capital. La presentación realizada en el Palacio Dorado de la Presidencia de la República, fue calificada como apoteósica por el entonces presidente, Fernando Belaunde Terry, un momento mágico y sin precedentes. Además quedó en la memoria y en el registro histórico, la interpretación del Himno Nacional del Perú por primera vez al son de los sicus.
En reconocimiento a su larga trayectoria, calidad interpretativa, destacada labor de conservación y difusión de danzas y música autóctonas, el 27 de mayo de 2009, el Parlamento Nacional del Perú otorgó la “Medalla de Honor” del Congreso de la República, en el grado de oficial, al Conjunto de Danzas y Música Autóctonas Qhantati Ururi.
Si bien, en este pequeño resúmen destacamos algunas de las presentaciones que realizó el conjunto en la Capital de la República, es relevante mencionar que fue este conjunto el que amenizó la boda entre Carlos Belisario Oquendo Álvarez y María Zoraida Amat Machicao, padres del vate puneño, Carlos Oquendo de Amat, autor de 5 Metros de Poemas. La ceremonia se realizó en el pueblo de Moho, las crónicas de la época refieren que, desde Conima había llegado Natalio Calderón junto a un buen número de sicuris, quienes interpretaron huayños que se instalaron en la memoria colectiva. Se dice, que fue esta la ocasión en que se interpretó el huayño Oquendo, como una forma de homenaje al médico que contraía nupcias con una de las mujeres más bellas de la zona.
Qhantati Ururi continúa escribiendo su historia. Son los sicus la pluma y sus canciones la tinta indeleble, que cada uno de nosotros guarda en este libro llamado corazón.