Tras el incremento de efectivos militares bolivianos en la frontera, se han producido las primeras fricciones entre comerciantes bolivianos que comercian con Perú y las tropas acantonadas en puntos estratégicos de ingreso a este país.
Antes del mediodía, se reportó una manifestación que incluyó bombardas frente a un grupo de ilitares recién llegados en unidades de transporte.
La tensión aumentó cuando los uniformados intervinieron un grupo de embarcaciones usualmente utilizadas para el traslado de mercadería de un lado a otro de la frontera.
Los militares también comenzaron a inspeccionar rigurosamente a las personas que cruzan entre Bolivia y Perú. “¿De qué vamos a vivir?”, cuestionaron varios comerciantes, aludiendo a que su principal fuente de ingresos depende del comercio informal de productos hacia Perú.
Cabe recordar que el gobierno boliviano ordenó la militarización de la frontera hace algunas semanas para frenar el contrabando de alimentos hacia Perú, en vista de la escasez que afecta al país.
Inicialmente, la presencia militar era limitada, pero en la última semana el número de efectivos ha aumentado considerablemente, dificultando las actividades de los comerciantes.
Ayer por la tarde, medios locales de Desaguadero informaron sobre el retiro de las tropas del Ejército boliviano de esta zona fronteriza.
A pesar de estas dificultades, se sabe de buena fuente que los contrabandistas de alto calibre han encontrado otras rutas para ingresar al Perú.
Se advierte un escalamiento de las tensiones que podrían traer problemas mayores.
Por: Jhon Carlos Flores