Tragedia en enero

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Escribe: Juan Pio Mamani Chambi

Es una de las fechas memorables que ha pasado a la historia, por la reivindicación y las luchas en el altiplano, hace 2 años transcurrían los primeros días con aparente normalidad, habían pasado las celebraciones por fin de año.

Juliaca que es una ciudad urgente, en el que predomina la cultura comercial, la mayoría estaba apremiado por el negocio pues casi nadie cree en otras charlatanerías, la sociedad andina cree en lo adivinatorio, y guiado por ese esperanzador destino a la prosperidad no quisieron interrumpir los negocios, también hace un par de años la pandemia aquejó el mundo.

Recuperados de esas celebraciones iniciaron las protestas, y el día lunes 9 fue la sangrienta tragedia en el que fueron 18 ciudadanos asesinados por las huestes del gobierno. Alrededor del aeropuerto se había desatado una batalla campal, el sufrimiento, la angustia que aquejó fueron inenarrables, indescriptibles. Los días posteriores fueron muy fatídicos, desesperanzante.

Ninguna comunidad, centro poblado, distrito, provincia de la Región de Puno fue ajeno a unirse a las movilizaciones, la población en total se había sumado a las protestas para la renuncia de Dina Boluarte, y nuevas elecciones.

Por la zona sur cada día más fuerte se hacían sentir los aimaras de Ilave, Juli, Desaguadero y el resto de los distritos, y los de la zona norte como Huancané, Azángaro, Moho, convergieron al centro de las protestas, delegaciones multitudinarias llegaban para mostrar su presencia, encabezadas por sus autoridades originarias o por sus dirigentes, la unidad, la hermandad y solidaridad del poblador andino (aimara-quechua) se mostró reanudado y fortalecido, la mayoría llegaba con la esperanza de que renunciara la señora usurpadora.

En sus cantos, arengas, discursos mostraban todo el desprecio a los políticos como a los policías. Fueron días de lucha intensa, en el que claramente se volvió a confirmar el desprecio, el racismo, el ninguneo a las provincias andinas que estaban en lucha, viendo que no tenía resultados las protestas decidieron emprender un viaje a Lima, llamado la toma de Lima.

Cada provincia y distrito comisionaron sus representantes para ir a protestar a Lima, y así, hacer escuchar el descontento social. Las persecuciones, humillaciones se intensificaron, muchos dirigentes, luchadores sociales fueron encarcelados.

Por otro lado los familiares de las víctimas han emprendido una búsqueda en el sistema de justicia, dispuestos a llegar hasta las últimas instancias, en esa búsqueda en estos dos años no hubo avances significativos, el Ministerio Público los ha paseado todo lo que ha podido, el Poder Ejecutivo ha obstaculizado las investigaciones con el mayor esmero mediante sus operadores políticos. Mientras tanto esperamos que el túnel concluya ¡pronto!

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