Javier Calderón
Allí, donde el territorio peruano alcanza sus límites e inicia la extensión del territorio boliviano, se ubica la provincia de Yunguyo; allí mismo, donde las distancias entre el cielo y la tierra parecen terminar, nació de la inspiración de quien en vida fuera, Ángel Cruz Meza, uno de los emblemas musicales de esta tierra: Yunguyo Mío. Maravillosa composición, que tuvo la colaboración de José Fernández Llerena. Ambos se conocieron en los avatares de las actividades docentes y un buen día, de cualquier mes, de algún año; dieron a conocer esta verdadera obra de arte.
Literalmente, en boca de todos, esta canción se repite una y otra vez. Los yunguyeños, por supuesto, la han adoptado como su himno y en las noches de bohemia, en los días de carnaval, Yunguyo mío, eres una perla a las orillas del Titicaca. La fama de esta canción ha hecho eco en cada uno de los rincones de la región Puno; los portadores naturales, son los trotamundos de la vida que han conquistado ciudades inimaginables como la Gran Capital Lima o el mismísimo París.
Yunguyo Mío es parte del gigantesco cancionero puneño. En el año 2013, Raúl Castillo Gamarra, otro notable compositor, nacido en la provincia de San Antonio de Putina, publicaba la tercera edición de su libro Así Canta Puno, huayños y marineras; una obra imprescindible donde se destaca, una vez más, las notables cualidades musicales y literarias de este tema que trajo a mis oídos el viento del sur. Es en esta publicación donde se corrige un detalle, pues, en anteriores ediciones la autoría se le atribuyó a otro notable compositor, generando algo de confusión. ¿Porqué hablar de este, en apariencia, irrelevante detalle? Mi comentario no tiene ánimo instigador, todo lo contrario; a los creadores, a quienes esbozan con talento las más bellas creaciones artísticas hay que reconocerlos, darles su lugar; una costumbre que en estos tiempos roza con la utopía.
En febrero de 2014, en una publicación de este mismo periódico, Guillermo Vásquez Cuentas, hace una síntesis biográfica de Ángel Cruz Meza: “Nació en Juli el 31 de mayo de 1933 y desde 1957 pasó a residir en Yunguyo, tierra a la que amó entrañablemente. Meza además de gran deportista fue un “maestro de maestros”, por cuanto en su desempeño agrupaba a los profesores de su entorno, en cada lugar donde trabajó, para enseñarles su método pedagógico que tomaba como referente su muy conocido -en esa época- cancionero adaptado a la enseñanza, inédito hasta ahora. Murió el 9 de diciembre de 2013. Fue enterrado envuelto en la bandera de la tierra a la que tanto amó. La Municipalidad Provincial de Yunguyo lo declaró Hijo Predilecto y le otorgó la Medalla Cívica San Francisco de Borja Tata Pancho.
En este punto, también es necesario hacer una aclaración. En el artículo donde se hace referencia a la vida de uno de los autores de Yunguyo Mío, se hace referencia también al disco Misterios del Titicaca. La grabación está dividida en, LADO A: Centro Musical Yunguyo y Lado B: Conjunto Musical Ayaviri y fue registrada en el sello Iempsa con el código LD 1617. El autor refiere que Yunguyo Mío se llamó originalmente Añoranzas y figura en este Long Play, no es cierto. Si bien figura el tema Añoranzas, este no tiene nada que ver con el emblema musical yunguyeño; además la composición es de Marcial Arias y pertenece al repertorio de la Tierra del Kankacho.
Recurriendo una vez más, al archivo del Decano de la Prensa Regional, en octubre de 2006, una parte del editorial decía: “A nadie le interesa conocer el himno de los yunguyeños pero con “Yunguyo Mío” nos basta y nos sobra”.Suscribo lo escrito. Que viva Yunguyo y su gente, que vivan todas sus cualidades, culturales y geográficas. Antes de olvidarlo, por supuesto, el Centro Musical Yunguyo merece muchos, pero muchos capítulos aparte.
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