Puno. La Fiscalía de Lavado de Activos de Puno ordenó el traslado compulsivo del obispo Jorge Carrión Pavlich, quien se negó a declarar en dos citaciones sobre su presunta implicación en un escándalo de malversación de bienes de la Iglesia.
El caso gira en torno a Alex Aníbal Cano Arce, canciller de la Diócesis de Puno y policía en actividad, investigado por lavado de activos y peculado. Cano habría vendido objetos religiosos de alto valor cuadros cusqueños, cálices y piezas de oro considerados patrimonios culturales, y gestionado irregularmente terrenos, incluidas 300 hectáreas en Santa Rosa (Puno), zona con posibles yacimientos de litio.
Las indagaciones revelan que Cano operó también en las diócesis de Huancané, Juli y Ayaviri, por lo que se citará a sus obispos. Carrión, señalado por facilitar presuntas irregularidades, será llevado con apoyo policial. Aunque aún se desconoce el monto total del daño, se sospechan transacciones millonarias.
La Procuraduría, encargada de proteger los intereses del Estado, enfrenta críticas por su silencio. Su representante, Joao Arriarán, declaró “esperar indicaciones”, lo que ha generado cuestionamientos.