Escribe: Zenaida Zea
En la fría madrugada de este Viernes Santo, más de cien actores se unieron en el distrito de Caracoto para llevar a cabo la tradicional escenificación de la vida, pasión y muerte de Jesús. La representación sumergió a los asistentes en una atmósfera de reflexión y emoción.
El párroco de la iglesia San Felipe, Abdón Cruz, resaltó la importancia de esta actividad que ya lleva 10 años realizándose. Cada edición ha crecido en convocatoria y realismo, convirtiéndose en un referente de la fe y la tradición en la región.
Miguel Hilasaca, joven encargado de personificar a Jesús, soportó el dramatismo del maltrato por parte de los soldados romanos. Su actuación fue tan real que, por momentos, el sufrimiento de Cristo parecía cobrar vida.
La representación comenzó en la plaza principal de Caracoto. La multitud siguió el recorrido, mientras las escenas de la pasión de Cristo se desplegaban ante ellos, preparando el camino hacia la cima del cerro, donde se realizó la crucifixión.