Escribe: Ps. Silvana Alvarez Loayza
Todas las parejas en algún momento de la relación han enfrentado conflictos que en la mayoría de los casos son producto de desacuerdos, los cuales bien manejados pueden contribuir al crecimiento de la relación.
El primer paso es reconocer que cada miembro de la pareja es diferente y tiene su propia percepción de la vida debido a que proviene de familias con costumbres diferentes.
Cuando no se resuelven adecuadamente los puntos de vista podemos decir que aparece la crisis que se genera por la acumulación gradual de sucesos que afectan a uno o ambos miembros de la pareja. En estos casos cualquier hecho mejor puede disparar una furiosa pelea.
Una estrategia para hacer ver los errores de la pareja sin generar conflicto consiste en retroalimentar en lugar de criticar, ya que la crítica se centra en los errores y aspectos negativos, en cambio la retroalimentación parte de los hechos y características positivas del otro para invitar a reflexionar sobre la conducta que hoy está afectando la relación.
Otro aspecto es no ignorar lo que para su pareja es importante tal como fechas especiales y otros descuidos cotidianos que pueden ser interpretados como una falta de interés en la pareja que suele provocar enojo y terminar en una discusión frontal. Tenga cuidado con estar ventilando sus problemas y desacuerdos delante de terceros, en especial si se trata de familiares debido a que abren la puerta para que se involucren en su relación.
Si no se asume que las decisiones tomadas fueron las que se consideraron mejores en ese momento o que, en todo caso, hoy no pueden cambiarse, la pareja entrara en un círculo vicioso negativo de permanente conflicto. Para resolver las cuestiones de hoy, hay que mirar hacia el futuro, saber perdonar y aceptar que el pasado no puede cambiarse.