Tal como lo han advertido dirigentes y admitido los responsables de Electro Puno S.A.A, esta institución transfirió por error S/ 2.3 millones al Consorcio Energal Sur el pasado 9 de junio, cuando el pago estaba destinado a una empresa generadora de energía.
La operación fue autorizada por Elva Chávez Loayza y no fue supervisada adecuadamente por el contador Sandro Calsina ni por el gerente Diego Mercedes Briceño. La empresa mantuvo en secreto el error hasta el 13 de junio, cuando Energal Sur se negó a reintegrar el dinero, argumentando compromisos financieros preexistentes.
A pesar de la gravedad del caso, Electro Puno no inició acciones legales inmediatas, y el asesor legal Juan José Granados tampoco intervino de manera oportuna. Esta omisión podría configurar delitos como negligencia y encubrimiento.
El dirigente David Deza señaló que Energal Sur está vinculada a la empresa Galcas, la cual, según su apreciación, tendría influencia en Electro Puno. Además, cuestionó que se haya transferido dinero a una empresa sin informes que respalden la conformidad de sus servicios.
La Oficina de Control Interno (OCI) ya tiene el caso en sus manos y está realizando una investigación para determinar responsabilidades. Mientras tanto, el escándalo ha puesto en evidencia la falta de protocolos claros en Electro Puno y ha generado preocupación entre sus usuarios y trabajadores.