Mala leche I. La fiesta en honor a la Mamita, como cada año, se vio perjudicada por los meones e insoportables choferes, que no entendiendo la magnitud de la festividad dieron pie a un festival de olores y sonidos de claxon. Ojalá que para el próximo año esto se corrija, pues los turistas no se ríen, sino que lo lamentan. ¡Triste!
Mala leche II. Nuestra Mamita debe estar molesta con varios “devotos”, pues se alegraron y deshinbieron en las principales calles de la Ciudad Lacustre, no importándoles el carácter de la fiesta y que estamos siendo vistos por el mundo. ¡Hay que darles con chicote y colgarlos de los runtus a estos sinvergüenzas!
Castigados. Tan mal nos portamos los puneños en la fiesta de la Mamacha Candelaria, que fuimos castigados con una llovizna “engañamuchachos”. ¿Cómo es eso? Pues una lluvia inocente que pese a su intermitencia mojó como un temporal. ¡Ay, las que pagamos!
Campeones. Los Chunchos de Esquilaya demostraron, a punta de garbo, entrega y constancia, por qué merecían llevarse el rótulo de campeones del concurso de danzas autóctonas de la Festividad de la Mamita. ¡Nada los detuvo, ni la lluvia ni el frío! ¡Eso más bien los alentó a brillar como nunca y ahora volver a su natal Ayapata con esta alegría!
¿Innovador? El “Delgado” de Desarrollo del GRP presentó propuestas osadas, osadísimas (aunque algunos las calificaron de bizarras), para el futuro de varios programas sociales. Por ejemplo, propuso que los mismos profes se fiscalicen, y que los abuelitos de Pensión 65 enseñen… ¡Uhmmm!
Rico Papá. El Upa Upa, que quiere ser como el Cienciano cuando sea grande, se bajó a los más pintaditos de la Liga de Chuliaca… Aunque, bueno, solo fue en el relámpago. ¡Ya los queremos ver en el campeonato de verdad, el que se juega por puntos y es luchado canilla con canilla!