Entrevista: Flor Barrios Carbajal
Macizo registra una pérdida de 15 kilómetros cuadrados de glaciar y amenaza a las comunidades cercanas y sus fuentes de agua, requiriendo medidas urgentes como reforestación y reservorios.
Desde 2004, el investigador de la Universidad Complutense de Madrid, José Úbeda Palenque, presentó una exhaustiva investigación sobre el retroceso de los glaciares en el nevado Coropuna, ubicado en Arequipa. En esta entrevista, el experto nos explica el impacto de este fenómeno en el medioambiente local y las posibles soluciones que podrían implementarse para mitigar sus efectos.
¿Cuántos años le ha tomado esta investigación sobre el retroceso de los glaciares del Coropuna?
Bueno, esta investigación se inició en 2004 y llevamos desde entonces haciendo este seguimiento con diferentes proyectos, con técnicas cada vez más avanzadas y todavía continúa.
¿Qué es lo que ha podido observar durante todo este tiempo?
Un retroceso (del glaciar), aunque la investigación se empezó a trabajar desde 2004, no significa que tengamos datos solo desde 2004.
¿Desde cuándo datan los datos más antiguos?
Los datos más antiguos que tenemos son del año 1955 porque es entonces cuando se realiza el primer vuelo convencional del Instituto Geográfico Nacional para realizar el mapa topográfico nacional de Perú.
¿Estamos ante una situación alarmante o es un retroceso lento?
Es un retroceso de 15 kilómetros cuadrados, es un retroceso no tan rápido como parecía hace años, pero sin duda sigue avanzando y claro que debería preocupar a las autoridades.
¿Desde cuándo empieza el deshielo de los glaciares?
El retroceso de los glaciares de Coropuna, y de los glaciares de Perú en general, es un proceso más largo y complejo, el verdadero cambio empezó a finales del siglo XIX, después de lo que se conoció como la pequeña edad del hielo. Durante este periodo, los glaciares avanzaron y luego, al finalizar este ciclo, comenzaron a retroceder.
¿Por qué comenzaron a retroceder?
El retroceso es ahora más acelerado debido al aumento de las emisiones de gases de efecto invernadero, fundamentalmente dióxidode carbono y metano de las industrias de todo el mundo, la emisión va aumentando cada vez y también el retroceso de los glaciares.
¿Cómo explicarle este impacto a la población?
A mí me consta la preocupación porque, como digo, desde 2004 hemos hecho campañas todos los años. Las últimas en el mes de julio y agosto de la zona, me consta mucho la preocupación de la zona, especialmente en localidades como Viraco, allí están bien concienciados, lo que haría falta es una acción más institucional a escala, a nivel de gobierno regional.
¿Cómo impacta esto en los pueblos aledaños al nevado Coropuna?
A sus fuentes de agua, también hay una afectación a la flora, a la fauna, en realidad de lo que debemos hablar no es solamente de los glaciares, que es lo que nosotros vemos, sino de los glaciares y también del permafrost, que son las capas de suelo congelado que hay alrededor de los glaciares.
¿Por qué es importante ese permafrost?
Ese permafrost es muy importante porque supone una reserva hídrica adicional, pero además es una capa impermeable sobre la que circula el agua subterránea.
¿La desaparición de este permafrost qué modificaría?
Su desaparición, por ejemplo, de ese permafrost modificaría los acuíferos actuales, de tal manera que las fuentes donde ahí está emanando el agua que baja del Coropuna podrían cambiar significativamente.
¿Y qué medidas se puede tomar frente a ello?
Bueno, hay dos tipos de medidas que se pueden hacer, son las medidas de mitigación y otras las medidas de adaptación.
¿En qué consisten estas medidas?
Las medidas de mitigación tienen que ver con evitar que las economías de todo el mundo dejen de basarse tanto en combustibles fósiles y opten por otras vías alternativas. Y las medidas de adaptación consisten en ir construyendo reservorios, en ir reforestando áreas alrededor de la montaña para evitar la erosión de los suelos.
DATO
Para el investigador, José Úbeda Palenque, las conferencias donde se firmaron acuerdos, como por ejemplo el Protocolo de Kioto, no son muy fructíferas, ya que dichos pactos muchas veces no se cumplen a lo largo de los años.
