Llorón. Dicen que el hijo no reconocido de nuestro héroe Pedro Vilcapaza, se está remojando en llanto porque le dijeron sus verdades; lo peor es que una vez más no quiere reconocer sus faenones cuando fue chuli del Pututo. ¿Será verdad? ¿O, como muchos aseguran, simplemente fue un peón del expresidente regional?
Asalto. Ya nos datearon que el popular Asustín Luke anda frotándose las manos, y está con unas ganas incontrolables de meterle dedo a las arcas del Gobierno Regional; para eso, está preparando todo su equipo de proveedores y testaferros, de modo que, frente a los urracos, se establezca el “todo está bien” y “cero corrupción”. ¡Uy!
Aymaras. Tal parece que los aymaras se están rindiendo, pues la noche en que encerraron a su líder nos aseguraron que harían vigilias hasta que lo dejen en libertad; sin embargo, nada de eso ha pasado. Habrá que agradecer al frío intenso de esas noches, que los aymaras no se calentaron ni acurrucaditos, de costadito, e incluso de cucharita.
Falsos. A toda la gente que muestra su respaldo al hermano Valter, se han sumado más dirigentes y alcaldes para el paro del 5 y 6. Lo que preocupa es que algunos exincondicionales ahora cambiaron de juefes, como el hermano Vilsón, que está contento con el doc y el Fredisiño. ¡Así es como se avanza la vida, señores, no de otro modo!
Fuga. Luego del terremotazo del GORE y los cambiazos que se vienen, se viene otro sismo, pero esta vez de renuncias en varias munis. Hay algunos funcionarios calificados (aunque pocos) que no quieren trabajar con los reacomodados. Esa es la consecuencia de tanto faenón, actos de corrupción y mala gente que abunda en las municipalidades.
Poderoso. El Martincito, pese a que todo el mundo le hace bullying, continúa siendo el choche que más temen los peruanos. Detrás está el ministro Pantaleón y, más atrás, la insoportable China, que quién sabe cómo, pero se mantiene expectante. ¡Cómo lo hace! Esta es la realidad de Perusalén, señores, sin más ni más.