Llorar y llorar. Nos contaron que el número Dos de la gestión del Suri Valter está llorando desconsoladamente por el mochazo que le dieron sus propios seguidores y ayayeros. No puede superar cómo sus yuntas, esos que una vez se echaron unos traguitos con él, hoy le hayan hecho ese daño. Al parecer solo dará la cara cuando no tenga lágrimas.
Irrespetados. Los baldes de concreto que se hacen llamar “soldaditos”, al igual que los agentes de la penepe, no son respetados por la población. La Casita Municipal de Punollajta los puso para evitar que los conductores no se estacionen en zonas rígidas, pero están siendo sistemáticamente destruidos por la población. ¡No pues!
Buque. El ex mandamás de la región, conocido en su momento como el Sargento García, está tranquilo en su casucha de Chuliaka. Es más, dicen que está con ganas de declarar después de sus faenones. Lo que no sabe es que se le viene la noche por los actuados cuando era rector de la UANCB, por los terrenos de Arequipa city.
Jalado. Ni el Hermano Valter ni el Martincho fueron aprobados por los choches que se creen los voceros de la población puneña. Al primero le achacaron sus abruptos cambios en las gerencias y le estamparon un contundente 05, mientras que al segundo lo criticaron por sus estados de emergencia y sus resultados. Aunque no le pusieron nota… ¡Uy!