Escribe: Oscar Pareja Castro
A iniciativa del Congreso de la República y con el indirecto respaldo del Ejecutivo, los jueces se han visto beneficiados con bonos de más de 9 mil soles mensuales prácticamente a perpetuidad, los que ganarán además de su sueldo.
¿Qué tan merecido es el bono? A simple vista, se observa una medida demagógica en la que los parlamentarios y el Ejecutivo buscarían congraciarse con los operadores judiciales, en una coyuntura en la que gran cantidad de congresistas y funcionarios del Gobierno, a la cabeza de Dina Boluarte, tienen serias denuncias penales en contra en el presente y a futuro.
Esta figura se refuerza sobre todo con el hecho de que el bono ha sido dado sin mayor condición; es decir, no se ha acordado la entrega de bonos a jueces –por ejemplo- con la productividad que puedan tener en favor de la institución judicial, o mayor cuidado con la emisión de resoluciones coherentes.
Por el contrario, el Poder Judicial en los últimos meses ha estado en el ojo de la tormenta con la resolución de controvertidos dictámenes a nivel nacional, aunque a nivel regional esta realidad no es diferente.
En Arequipa, la revocatoria de la sentencia en contra del alcalde de Cerro Colorado, Manuel Vera Paredes, por parte de la Corte Suprema, ha dejado serias dudas sobre la capacidad en la que se encuentran los jueces arequipeños.
Similar situación ha ocurrido con el exprófugo de la justicia, Omar Candia, quien fue sentenciado a seis años de prisión efectiva por corrupción. Una casación lo dejó limpio de polvo y paja y los cuestionamientos recayeron sobre el trabajo de los magistrados characatos.
Pero, ¿es acaso la sola opinión de este servidor en contra de los jueces por recibir un bono que bajo el panorama actual, no se lo merecerían y que responde a apetitos políticos –el que además demandará millones de soles anuales al Estado? pues bueno, entonces vamos a revisar algo de estadísticas.
Un último informe de Comunidad en Marcha de la Universidad Católica San Pablo de Arequipa, emitido en diciembre de 2024, es decir hace un mes, revela que solo y apenas el 3.8 % de la población de la región Arequipa en promedio, confía en la justicia, con cifras alarmantes en las provincias de Arequipa, Islay, Caravelí y Condesuyos.
En este escenario, lo único que se puede pedir y exigir a todos los jueces beneficiados es mayor compromiso en la verdadera búsqueda de la justicia, en especial con aquellos que parecen que nunca la alcanzarán al carecer de recursos para defenderse o imputar.
Y que la justicia sea célere con quienes ostentaron y otros que se sostienen en el poder político y económico en el país, y que las sentencias no lleguen luego de más de 10 años como el caso del expresidente regional de Arequipa, Juan Manuel Guillén Benavides, o que estas no sean genuflexas como la última sentencia contra Manuel Vera, la que genera una ola de suspicacias sobre la labor de los magistrados a cargo de impartir justicia.