La noche del último lunes, una cisterna cargada de combustible se volcó cerca del bypass de la salida a Cusco, en Juliaca. En lugar de resguardarse del peligro, varios pobladores generaron caos para recoger el petróleo derramado.
Esta acción temeraria pudo desatar una explosión. El comandante Lui Frisancho Aroco, jefe de la Compañía de Bomberos San Román Nº 53, indicó que se debía aplicar un protocolo de seguridad. La Policía y Serenazgo debieron cercar esa área y retirar a la gente de alrededor.
Frisancho detalló que algunas personas usaban jarras y baldes para recoger el combustible. “Ese combustible no va a servir ni para la venta, porque está lleno de tierra”, advirtió. Además, alertó sobre la cercanía de un grifo que agravaba el riesgo.
“Qué hubiera pasado si hubiera habido una explosión, ¿de cuántos muertos estaríamos hablando?”, cuestionó el comandante. Asimismo, advirtió que el combustible almacenado en domicilios representa otro peligro.