Costumbres coloniales en la “casa del corregidor”

Fecha:

A partir de una denuncia, los testimonios sobre malos tratos contra trabajadores de un establecimiento se han multiplicado. ¿Qué hay de cierto en la denuncia contra quienes administran la Casa Del Corregidor?

Escribe: j. Carlos flores Vargas

Tras la denuncia por agresión física, maltratos laborales y otros abusos del joven Marco Rojas contra los negociantes que ocupan la Casa del Corregidor, estos, lejos de corregirse y buscar una conciliación, le han enviado una carta notarial para callarlo, en un gesto que emula a los antiguos señores de la colonia.

Tan pronto dio a conocer su caso, más jóvenes han referido una serie de presuntos abusos que incluyen: pagos incompletos, pagos impuntuales, horas extras no reconocidas, amedrentamiento, privación de alimento y desprecio constante al trabajo.

La denuncia ha sido interpuesta en la Superintendencia Nacional de Fiscalización Laboral (Sunafil) y las personas señaladas son los administradores de Catu Mercado Inca, empresa que ocupa la famosa “Casa Del Corregidor”, en el corazón mismo de la ciudad de Puno.

CERTIFICADO MÉDICO

El día 9 de abril, al mediodía, se dejó constancia médica de que Marco Alexis Rojas Gómez sufrió varias escoriaciones y un golpe en la espalda. La denuncia fue dirigida contra Miriam Esteba Humpiri, la matriarca de la familia Zavala Esteba quien, según la denuncia, le hizo esas escoriaciones con su uña. El otro denunciado es su hijo Rommel Zavala Esteba, quien presuntamente lo empujó contra un lavatorio ocasionándole una lesión en la espalda.

Rojas Gómez indica que todo el hecho está grabado por la cámara de seguridad de la empresa. Explica que si quieren desmentirlo, solo tendrían que mostrar los videos de la hora de los hechos.

BOTÓN DE MUESTRA

El joven asegura que el hecho fue solo un episodio de varias experiencias amargas que le tocó vivir y no es el único.

Otra joven, que prefiere reservar su identidad, contó: “A dos jóvenes que eran de Bolivia, les hacían trabajar hasta medianoche, les pagaban una miseria. Al bartender le descontaban hasta de una copa que se rompía. A mí no me reconocían horas extras”.

Un audio ofrecido por otro de los afectados, registra el momento en que se justifican los infaltables descuentos, así como el no reconocimiento de horas extras.

CANDELARIA

Varios testimonios indican que durante la Festividad de la Candelaria, la pasan peor. “Esas fechas nos quedamos hasta las 12 de la noche, pero no nos pagan las horas extra, o desmerecen el trabajo”.

Otro joven que también prefiere reservar su identidad indicó que en ese horario corrido, los trabajadores pasan hambre o son regañados si comen algo del establecimiento.

AMENAZAS

De acuerdo a otros dos testimonios, los hermanos Anyela y, el ya mencionado, Rommel, advierten a quien quiera denunciarlos que no conseguirán otro trabajo en establecimientos turísticos pues se encargarán de cerrarles las puertas mediante sus contactos en el gremio de establecimientos.

Marco Rojas también indica que recibió el mismo tipo de amenaza. Se debe agregar que él tiene especialidad en preparación de postres y panes y sería perjudicado si es que los denunciados logran cerrarle la puerta mediante sus “contactos”, en el gremio de establecimientos turísticos.

TRATO Y CONTRATO

Como en tantos trabajos, no hay contrato alguno y mucho menos las formalidades de un trabajo de ese tipo.

La denuncia en manos de Sunafil es una de tantas. Muchas se truncaron porque usualmente los jóvenes no tienen contrato y tampoco pruebas de sus labores o simplemente se cansan de hacerle seguimiento a sus casos.

CÁMARAS

Los extrabajadores que brindaron sus experiencias indicaron que hay cámaras instaladas en casi todos los ambientes del establecimiento. “Que muestren las grabaciones”, indicaron a manera de reto a la administración.

Hay otras quejas que lanzaron: “Que cuando cocinaban para los trabajadores, la administración ordenó que se cocine con sobras o mermas”; otro indicó que “a veces usan información personal para bajarte la moral o callarte”. “A veces nos hacen pelear entre nosotros”, indicó otro sobre el ambiente en el que fue su lugar de trabajo.

Otra extrabajadora indicó que su compañero de trabajo tuvo que “cazar un ratón que ingresó al local desde la comisaría de Puno cuando no es su trabajo”. Sobre esto último, ella ofreció entregar fotografías del hecho a Diario Los Andes, en tanto, dichas palabras solo se deben tomar como una afirmación que necesita evidencias para tomarse en cuenta con mayor detenimiento.

EL DENUNCIANTE

Marco Rojas entró a trabajar con la expectativa de brindarle mejor vida a su familia y se encontró con un trato que le recuerda a los antiguos hacendados cuando trataban con sus pongos o sirvientes.

“Te hacen sentir que el pago o el reconocer horas extras es un favor”, dijo sobre el trato.

Según narró, el desprecio al trabajo es frecuente y aguantó varias expresiones que lo molestaron hasta que ese 9 de abril, en medio de una reunión tensa, lanzó parte de su indumentaria y renunció en el acto.

Es cuando fue a firmar un fólder para dejar constancia de su último día de trabajo, cuando se lo quisieron impedir por la fuerza. Finalmente dijo que tan pronto dio a conocer su caso y sus primeras medidas, varios de los extrabajadores lo apoyaron moralmente.

Dato.

Se debe distinguir que la denuncia se dirige contra los que ocupan el local de la Casa del Corregidor, personas distintas a los propietarios que les cedieron el uso para el funcionamiento del Café Bar.

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí

Compartir post:

Suscríbete

Populares

Más vistos
Más vistos

La ilusión se renueva en la etapa provincial

Escribe: Renato Gambarini Angles Conoce a los equipos favoritos para...

“ Quiero superar los dos metros

Escribe: Renato Gambarini Angles Oscar ‘El Chancón’ Teves logró la...

Así Se Cocinó La Traición De Ollanta

La reunión con la representante de la Confiep, Beatriz...

“Cuando El Orden Llega A Golpes

Varios casos recientes de presunto abuso municipal contra comerciantes...