Año de extremos continuó con el enloquecido clima
En el tercer trimestre del año que se va, el clima se ensañó con el altiplano puneño, pues a las heladas de junio y julio les siguió una temporada extremadamente seca, entre fines de agosto e inicios de septiembre.
Asimismo, los incendios no se hicieron esperar y las columnas de humo se divisaron en el horizonte sin nubes. Los días calurosos y los caños secos fueron la realidad de miles de pobladores que aún mantenían el malestar contra el gobierno de Dina Boluarte.
En julio se vivieron las Fiestas Patrias más frías de la historia reciente, con un gobierno encerrado en una burbuja y los ciudadanos absolutamente indiferentes a los discursos patrióticos.
LOS “SOLDADOS DE DINA”
El 19 de junio se informó sobre una reunión entre un grupo de alcaldes de municipios de la región Puno y la presidenta Dina Boluarte. Si bien muchos dijeron que fueron “sorprendidos”, el daño político estaba hecho; además, el alcalde de Carabaya dijo que eran los “soldados de la democracia”, con lo cual ellos fueron bautizados como los “soldados de Dina Boluarte”.
El encuentro contó con la asistencia de los burgomaestres distritales de San Antón, Marco Mamani; de Orurillo, Néstor Arenas; de Caminaca, Rómulo Almonte; de San José, Bielsin Cajma; de Conduriri, Víctor Alanoca; y de Santa Rosa, Luis Gómez.
Asimismo, estuvo la autoridad edil de Ácora, Hernán Crisisto; de Capaso, Jorge Aduviri; de Pilcuyo, Igor Maquera; y de las provincias de Azángaro, Salvador Apaza; y de Carabaya, Edmundo Cáceres.
Tras unas semanas de conocerse el hecho, se supo que los municipios puneños sufrieron un recorte de presupuesto, con lo cual los “soldados de Dina” fueron vistos por la opinión pública como “tontos útiles” del gobierno.
TITICACA REDUCIDO
En la primera semana de septiembre, los lancheros del Titicaca advirtieron que el espejo de agua retrocedió al menos 40 metros de la orilla del lago y, desde los satélites, se pudo observar cómo grandes extensiones, usualmente cubiertas por el agua, lucían áridas.
Ese mes se confirmó que Puno atravesaba por la peor sequía de los últimos 60 años. El Servicio Nacional de Meteorología e Hidrología del Perú (Senamhi) informó que la altura del lago decreció en más de 54 centímetros desde inicios de abril de 2023 hasta el séptimo mes del 2023.
Debido a dicho descenso, Emsa Puno comenzó a tener dificultades para la captación de agua para su tratamiento y tuvo que racionar la dotación de agua potable en la ciudad, ocasionando que numerosos hogares tengan poco tiempo del servicio.
A esto se agregó la sequedad de pastizales y totorales, lo cual desató una ola de incendios forestales que oscurecieron, literalmente, el panorama altiplánico.
HANCCO PIERDE HOSPITAL
A mediados de septiembre, el gobernador regional de Puno, Richard Hancco, reconoció que el proyecto del hospital Manuel Núñez Butrón no contaba con presupuesto para el 2024 y que lo «ataron» al proyecto del hospital Goyeneche de Arequipa, el cual está retrasado con respecto al hospital puneño.
En ese mismo marco, echó la culpa al cambio de personal del Programa Nacional de Inversiones en Salud (Pronis), justo durante la elaboración del presupuesto público. Sostuvo además que ello impidió que Pronis solicite el presupuesto al Ministerio de Economía y Finanzas (MEF).
Hancco agregó que el Gobierno Central tampoco emitió el Decreto Supremo correspondiente para impulsar el proyecto y, por lo tanto, que no había cronograma establecido; y, por si fuera poco, añadió que el proyecto puneño fue juntado con el del hospital arequipeño
«Ellos mismos (Pronis) han debido pedir», dijo sobre la falta de presupuesto para el siguiente año, aunque aseguró que hay un presupuesto adicional que podría ser destinado al proyecto del hospital Manuel Núñez Butrón.