VIAJES Y TURISMO
Con: Oscar Enrique Pino Ponce
Arequipa acaba de celebrar 25 años como Patrimonio Cultural De La Humanidad, diploma otorgado por la UNESCO. Lo hace en medio de una tormenta de críticas a sus 5 alcaldes desde el año 2,000 en que se otorgara la distinción, en sus fallidos intentos por rescatar lo poco que queda del legado cultural de antiguas generaciones. El alcalde actual Víctor Hugo Rivera no tiene mucho que ostentar al haber recibido el pasivo y activo de sus antecesores que se preocuparon más por pasar a la posteridad con su manojo de fierro y cemento y foto pegoteada, que en heredar a sus sucesores el rescate de muestras del rico patrimonio cultural y monumental.
Poco sirve bombardear con frases líricas al numeroso inventario monumental si a diario éste amanece con graffiti, cerros de basura y erosionado permanentemente por el insoportable tráfico vehicular y su consecuente contaminación ambiental. El alcalde actual debió sentirse tristemente aludido cuando su gerente del Centro Histórico en su discurso de orden se refiriera al desafío que enfrenta el patrimonio contra “el crecimiento urbano desordenado, el deterioro causado por factores climáticos y la falta de conciencia ciudadana (y el incontrolable tráfico vehicular)”. A excepción del clima, todo lo demás compete directamente al despacho del titular del pliego quien no toma decisiones ejecutivas que tanto reclama la sociedad civil y los ciudadanos de a pie.
No se entiende por ejemplo cómo a menos de 100 metros de la oficina de la Gerencia del Centro Histórico, precisamente las terrazas del Portal San Agustín se han convertido en depósito de chatarra y construcciones clandestinas que aborrecen la arquitectura. La modorra de la frondosa burocracia municipal facilita que la viveza criolla que comete éstas aberraciones arquitectónicas espere que los plazos de los procesos administrativos sancionadores venzan por falta de prosecución de la autoridad municipal, creando con ello peligrosos y viciosos precedentes. El funcionamiento del Tuturutu es el mejor ejemplo de “eficiencia” de la Gerencia del Centro hoy “histérico”.
La ciudad cuenta con 300 monumentos declarados y 1,700 edificaciones con valor patrimonial y diversos sitios históricos y arqueológicos, pero si éstos no se encuentran protegidos bajo el manto de un plan visionario a largo plazo, seguiremos siendo testigos de las aberraciones descritas anteriormente. Peca pues el alcalde en las actuales circunstancias emulando a Poncio Pilatos al endosar la responsabilidad de la peatonalización de 4 calles adicionales a la empresa privada ligada al sector Turismo, esa no es función de la empresa privada. ¿Acaso no sería mejor convertir la Gerencia del Centro Histórico en una “Autoridad Autónoma”, para garantizar su sostenibilidad a largo plazo, exenta del variopinto manejo político del inquilino de El Filtro? Solo esperemos que el exalcalde Simón Balbuena, esté equivocado cuando vaticinó el riesgo de perder el título si no se corrigen gruesos errores.